Eran las 3:00 de la tarde de ayer, y sobre la vía que comunica a El Zulia con San Cayetano, a la altura de la vereda Santa Rosa, se escucharon varios disparos que anunciaron que la muerte estaba por ahí.

El hecho se presentó cuando Nelson Ramírez Leal, de 47 años, se movilizaba en su motocicleta Yamaha FZ, de placa JWY79G, junto con su compañera sentimental.

La pareja iba con rumbo a San Cayetano, presuntamente, a donde se encontrarían con un conocido para arreglar cuentas respecto a los intereses de un dinero que le había prestado. Pero no contaban con lo que les estaba esperando.

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En el momento en el que llegaron al sector conocido como Tortugas, un hombre armado, que estaba justo en el puente, le apuntó a Ramírez Leal y le disparó en repetidas oportunidades, logrando propinarle dos balazos, que lo dejaron gravemente herido.

Aunque la víctima siguió su trayecto, por lo menos 50 metros más adelante, cayó al costado contrario de la vía, sin signos vitales. Sorprendentemente, su compañera sentimental resultó ilesa del ataque.

El tránsito vehicular se paralizó por varios minutos, mientras algunos conductores corrieron a auxiliar al hombre, pero ya no había nada qué hacer, sino avisarles a las autoridades.

Unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) arribaron al lugar de los hechos y acordonaron la escena, mientras llegaba la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) a realizar la inspección y posterior el levantamiento del cadáver. En el sitio se encontraron dos vainillas.

Los antecedentes de ‘Puchi’

Se pudo conocer que la víctima era conocida con el alias de Puchi, tenía 47 años y sería un prestamista que residía en El Zulia.

Según las autoridades, al hombre le registran antecedentes por concierto para delinquir en el 2014 y 2015. Incluso, estuvo en la cárcel pagando una condena de cuatro años por ese delito y seis meses más por tráfico de estupefacientes.

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Nelson Ramírez fue integrante del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia, luego de su desmovilización, hizo parte de la reagrupación del extinto ‘Clan Úsuga’, en donde se dedicaría al cobro de extorsiones al transporte público en su municipio natal, sometiendo a las víctimas a amenazas de muerte o quema de las busetas.

Otro de sus roles en esa estructura era el de recolectar información de las personas “raras” o que quisieran infiltrarse para que después fueran ejecutadas.

Además se reunía con alias Chivo, ‘Colilla’, ‘Rampla’ y ‘Jimmy’ para entregar cuentas producto de las rentas criminales.

Su detención tuvo lugar a finales de marzo de 2015, cuando portaba 35 gramos de cocaína y habría quedado en libertad en 2019.

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