Las autoridades reportaron la captura de Silverio Contreras, ‘Chiqui’, quien tenía vigente una orden de captura por terrorismo, homicidio agravado, homicidio agravado en el grado de tentativa y daño en bien ajeno.
La detención, a cargo de la Policía y la Fiscalía, se cumplió en Tibú tras una investigación que duró cinco meses, iniciada luego del ataque ocurrido la tarde el miércoles 24 de mayo, cuando una patrulla policial se desplazaba por la vía conocida como La Uno y le fue activada una carga explosiva que dejó el saldo de tres personas muertas: dos policías y una mujer.
En un video que circuló en redes sociales quedó en evidencia la magnitud de la explosión, que además de afectar las unidades de la Policía, alcanzó a los ocupantes de un bus de transporte público así como a una motociclista.
Según la Fiscalía, ‘Chiqui’, junto con Deilys Castilla, quien fue capturada en Tibú el pasado 10 de octubre, habrían participado en la preparación y la ejecución del atentado, en el que además resultaron heridos cuatro uniformados y ocho civiles más.
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Se conoció que durante el desarrollo de la investigación “fueron recaudados suficientes elementos materiales probatorios y evidencia física que permitieron establecer que ‘Chiqui’, junto con Deilys Castilla, pertenecerían al frente Juan Fernando Porras Martínez del Eln y que también habrían participado activamente en otras acciones terroristas llevadas a cabo en contra de la fuerza pública durante el 2021”.
Silverio Contreras fue presentado ante las autoridades competentes quienes dieron legalidad a su captura, le imputaron cargos por los cuatro delitos y un juez de garantías le ordenó medida de aseguramiento privativa de la libertad en el Complejo Carcelario y Penitenciario de Cúcuta, según el brigadier general José Luis Ramírez Hinestroza, director de Investigación Criminal e Interpol.
Los hechos
Ocurrido el sangriento ataque contra la Fuerza Pública, el Eln hizo circular por redes sociales un comunicado en el que se atribuía el atentado contra la caravana policial, con el saldo antes mencionado, siendo para ese momento el segundo ataque en un corto tiempo, pese a que esa guerrilla está sentada en una mesa de diálogo con el Gobierno.
En un escueto comunicado, el llamado Frente de Guerra Nororiental del Eln se atribuyó dicho ataque en el que habría usado un cilindro bomba con 40 o 50 kilos de explosivos.
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Los uniformados muertos fueron identificados como el subintendente Ángelo Raúl Martínez Arévalo, de 31 años, y el patrullero Andrés Idarraga Orozco, de 37. La civil que perdió la vida fue Lucy Katerine Castillo Cárdenas.
Los heridos de la institución policial fueron el mayor Wilson Millán Triana, comandante del Distrito de Policía de Tibú; el intendente Edinson Niño Hernández, y los patrulleros Germán Yahir Gómez Monsalve, Brando Lec Coronado Aarón y Ezequiel Felipe Pérez Arciniegas.
Luego de conocerse el comunicado del Eln, el hasta hace poco comisionado de Paz, Danilo Rueda, indicó que “desde el comienzo hemos repudiado ese hecho y que el Eln se lo atribuya es un gesto de responsabilidad para aclarar la situación. Ya habrá momento y escenario judicial para que estos hechos sean sancionados”.
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