Un hombre, que hasta el cierre de esta edición no había sido identificado, fue asesinado en la calle 4 con avenida 1 de la urbanización Heliópolis, que está por el Anillo Vial Oriental. Las autoridades esperan que los familiares de la víctima se acerquen a Medicina Legal para reconocer plenamente el cuerpo.

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El hallazgo se dio el domingo a las 11:10 de la mañana, cuando varias personas escucharon las detonaciones de los disparos y al salir a la calle vieron el cuerpo tendido en el piso, por lo que alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta sobre el hecho.

La víctima recibió dos impactos de bala en la cabeza y el cuello, su cuerpo estaba rígido y, al parecer, estuvo atada de manos, pues en las muñecas tenía marcas de presión visibles, además de una herida en la cara.

La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) arribó hasta el sitio para la inspección técnica, encontrando dos vainillas. En el sitio no hay cámaras de seguridad, por lo que las autoridades obtuvieron pocos detalles del hecho.

La hipótesis que analizan las autoridades es que el hombre, al parecer, fue traído a este lugar desde el territorio venezolano para asesinarlo en esa urbanización. “Parece ser que fue el Eln, que delinque por las trochas que hay en ese sector, estamos a la espera de recopilar más datos para esclarecer el crimen”, dijo una fuente judicial.

Hallazgo en zona rural de Cúcuta

El fin de semana se dio una racha de crímenes en Cúcuta. El cadáver de Robert Hernández Rivera fue encontrado el sábado en la mañana, en un camino solitario del corregimiento de Guaramito, en la zona rural de Cúcuta. Inicialmente el cuerpo no fue identificado, pero horas después del hallazgo los familiares lo reconocieron por unas fotografías.

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Por  la situación de seguridad, la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) no se trasladó hasta ese corregimiento para la inspección técnica, por eso los empleados de la funeraria Nuestra Señora de los Andes trasladaron el cuerpo hasta las instalaciones de Medicina Legal.

“Nadie en la zona conoce a la víctima, parece ser que la trajeron desde Venezuela y esta intentó escaparse, por lo que la balearon y dejaron el cuerpo tirado allí”, indicó una fuente judicial.

Se conoció que el hombre, de 33 años, trabajaba en un cultivo de arroz en Puerto Villamizar, donde vivía solo y, al parecer, no tenía problemas. “Él siempre estuvo ahí, una persona sana y trabajadora, este dolor nos tiene muy mal”, dijo una hermana.

La última vez que lo vieron fue el sábado 29 de marzo, cuando fue a visitar a su mamá y compartió un almuerzo con su familia.

Al día siguiente, sus familiares notaron que él no respondía los mensajes de WhatsApp ni contestaba las llamadas, por lo que se desplazaron hasta la casa de Robert a averiguar qué le había sucedido, pero no lo encontraron.

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