“Nos quieren matar para callarnos”, dijo una de las lideresas que integran la Asociación de Madres del Catatumbo por La Paz, que llevan más de dos años luchando por los derechos de las mujeres de esa zona y de otros municipios de Norte de Santander.
En un comunicado, difundido la semana pasada, la Asociación aseguró que vienen siendo víctimas de amenazas la presidenta, la secretaria y tres voceras más, debido al trabajo constataste que vienen realizando para reubicar a mujeres que han resultado amenazadas en Tibú y otros sectores.
“Ante las matanzas y desplazamientos de las mujeres en Tibú, somos quienes hemos hecho frente haciendo una red de apoyo para sacarlas de la zona y brindarles protección. Precisamente por eso, la presidenta y otras líderes han tenido que abandonar ese municipio para preservar la vida”, dijo la vocera.
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Cabe recordar que desde mediados de abril en Tibú, se han contabilizado la muerte de 12 mujeres y el desplazamiento de 46 más, quienes han sido acompañadas por la Asociación para su reubicación y apoyo.
“Somos quienes más hemos estado insistiendo en que se conozca la investigación que llevan a cabo la Fiscalía y la Policía, pero como ninguno da razones concretas, hemos hecho nuestra propia tarea y ahí es dónde nos preguntamos ¿qué hay detrás que no quieren que las madres del Catatumbo descubran?”, se preguntó la vocera.
El hecho más reciente
El jueves pasado, una de las mujeres que lidera desde Tibú se salvó de morir.
“Ella salía de una reunión de la Mesa de Víctimas de la alcaldía y recibió una llamada donde un familiar le alertaba que no fuera a la casa, porque la estaban esperando cuatro tipos armados que llegaron en dos motocicletas”, contó.
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A la mujer la resguardaron otras mujeres y luego coordinaron para poder sacarla de la zona.
Otros casos
En Ocaña otras dos lideresas tuvieron que salir de ese municipio tras recibir una amenaza por parte de dos hombres que llegaron en motocicletas y las intimidaron.
Lo mismo ocurrió en Sardinata y Cáchira y, según el registro de las Madres del Catatumbo en total, en el último mes 7 de sus integrantes se han sentido en peligro.
“Sentimos persecución y no sabemos quién nos quiere callar. La Defensoría y la Procuraduría tienen conocimiento de estos casos”, añadió.
Piden apoyo
En el comunicado difundido, las Madres del Catatumbo hicieron un llamado de solidaridad para que las rodeen y no las dejen solas.
“Necesitamos que el Gobierno y los organismos internacionales se comprometan con esta región y quienes la habitamos. Hoy son nuestras compañeras quienes se encuentran amenazadas y 46 más con miedo de volver a sus hogares. No volteen la mirada, no ignoren el grito de auxilio de esta mujeres empecinadas a seguir trabajando por los derechos humanos, el respeto a la vida y a vivirla en paz”, finaliza el escrito.
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