Ayer, Pablo Castellanos se levantó temprano, salió de su casa en el barrio la Divina Pastora y llegó hasta la calle 24 con avenida 25, de Belén, para sentarse en un andén al lado de los galones en los que vendía gasolina, de lunes a sábado.

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Esa rutina que el hombre, de 65 años, cumplía desde 2018, cambió a las 12:00 del mediodía, cuando la buseta, de placas  TKH226, se volcó y lo arrolló.

Castellanos resultó herido en la cabeza, el brazo y pierna izquierda, siendo trasladado por un amigo en un taxi hasta la Unidad Básica Loma de Bolívar.

“Nosotros hablamos con ‘Pablito’ como a las 11:45 a. m., él nos contó que la venta estaba dura y esperaba que para la tarde llegaran clientes, a los minutos escuchamos un estruendo y al salir, lo vimos a él tirado en el piso y ensangrentado”, contó un habitante de donde se presentó el accidente.

Pero el hombre falleció en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, a la 1:00 p. m., a donde fue trasladado en una ambulancia.

Se conoció que en la buseta solo iban el conductor, un niño de 11 años y un pasajero, quienes se salieron por las ventanas y fueron trasladados en ambulancias hasta el hospital, donde se recuperan de sus heridas.

¿Por qué ocurrió el hecho?

La hipótesis que manejan las autoridades de tránsito de Cúcuta es que la buseta, al parecer, se quedó sin frenos, por lo que el conductor perdió el control y se salió de la carretera, impactando a Pablo Castellanos.

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“Nosotros al ver esa escena de ‘Pablito’ tirado en el piso y ensangrentado, nos asustamos, luego vimos al niño, al chofer y al pasajero salir por las ventanas del vehículo”, señaló un testigo.

El lugar rápidamente se llenó de curiosos que observaban la buseta y a las autoridades encargarse de la minuciosa inspección del lugar y la recolección de testimonios.

Hasta el sitio también arribaron varios familiares y amigos de la víctima mortal, quienes estando allí recibieron la llamada en la que les avisaban que Pablo Castellanos había fallecido, protagonizando una escena de tristeza y lágrimas.

Finalmente, la buseta fue sacada del lugar por dos grúas, luego fue trasladada a un parqueadero donde será analizada de manera rigurosa.

Se conoció que la prueba de alcoholemia que le practicaron al busetero salió negativa.

Una persona amable

En medio de las lágrimas, una familiar de Pablo Castellanos indicó que él era alguien amable, que no se metía con nadie, por lo que quieren que las autoridades investiguen el hecho para que no quede en la impunidad.

“Es triste que por una presunta imprudencia, porque decían que el chofer estaba hablando por celular cuando se volcó, por eso queremos que se investigue a profundidad lo sucedido”, dijo la mujer.

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