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Memorias
Pamplona programa su cuarto centenario
El alcalde de la localidad, capitán Sánchez León, convocó una reunión a los personajes más representativos de la ciudad.
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Viernes, 14 de Septiembre de 2018

Durante 1945, Pamplona y en general todos los estamentos oficiales de la ciudad y el departamento, se preparaban para ultimar los detalles de los preparativos para la celebración de su cuarto centenario, actos que se sucederían dentro de cuatro años. En ese entonces las conmemoraciones, especialmente las de los pueblos de provincia, debían programarse con bastante anticipación dado lo precario de las finanzas estatales pero además, por las circunstancias mundiales que apenas comenzaban a reponerse del desgaste ocasionado por la cruenta guerra que apenas terminaba.

La señorial Pamplona, como muchas de las poblaciones del oriente colombiano, vivía por esa época las dificultades generadas por la violencia partidista, razón por la cual, el desarrollo de sus actividades sociales, económicas y sobre todo políticas, estaban ligadas a las tensiones generadas por las gestiones gubernamentales locales, regionales y nacionales. En muchas de estas poblaciones se habían nombrado alcaldes municipales a miembros del ejército para mantener el orden público y evitar alteraciones y asonadas, comunes entonces, generalmente comandadas por los líderes del partido de oposición acompañados por turbas de seguidores, habitualmente mantenidos alicorados y convencidos de su aporte patriótico en bien del país, de su región o de sus dirigentes.                

En vista de la proximidad de su cuarto centenario, que oficialmente sería el 1 de noviembre de 1949, el alcalde de la localidad, capitán Sánchez León, convocó una reunión a los personajes más representativos de la ciudad, entre los que se contaban en primer lugar, el clero diocesano, las autoridades militares, los miembros del Concejo Municipal, los presidentes de los clubes sociales –que dicho sea de paso, constituían la interlocución más precisa con la ciudadanía- y las damas de la sociedad para escuchar el informe de la Junta Provisional Pro Centenario integrada por los señores Helí Rodríguez, Luis A. Flórez, Andrés Augusto Fernández, Félix Enrique Villamizar, Carmelo Leal Atuesta y Pierre Marciales quienes desde la capital de la república estaban gestionando la realización de las actividades que se habían programado con ocasión de esa efemérides.

La reunión fue presidida por el señor Antonio Carreño A. quien había sido nombrado delegado de la ciudad ante las autoridades nacionales competentes para lograr que Pamplona fuese seleccionada como la sede de los Segundos Juegos Nacionales Intercolegiados que se escenificarían en el año del cuatricentenario de la Villa de Ursúa.   En esa época, esos Juegos constituían el evento deportivo más importante del país, razón por la cual, era un honor de grandes proporciones obtener la sede. No eran entonces esos juegos, un acontecimiento  que permitiera escoger sus mejores individuos para que compitieran a nivel internacional, solamente se consideraban, una actividad extracurricular para que los estudiantes de todo el país tuvieran oportunidades para destacarse en otros campos. 

Estos juegos evolucionaron, con el pasar del tiempo, a unas prácticas más productivas, cuando en 1978 fueron oficializados por el Instituto Colombiano del Deporte, iniciándose así una nueva etapa para el desarrollo deportivo del país. Con esos primeros “Juegos” modernos Intercolegiados, que comenzaron al año siguiente con sólo tres deportes en los que participaron muy pocos planteles, se dio inicio a la nueva era de promoción de la actividad física estudiantil en Colombia y de los cuales salen los nuevos valores deportivos que tanta gloria le dan al país.

Pero regresemos a lo nuestro. Esta era la oportunidad que buscaban las pequeñas ciudades de entonces para lograr destacarse a nivel nacional y Pamplona con su característica de ciudad estudiantil por antonomasia, estaba más que preparada para cumplir con esa expectativa. En su informe, el señor Carreño  manifiesta que se está gestionando la inclusión de una partida en el Presupuesto Nacional, por la suma de $63.000, con destino al desarrollo de las justas y que serán invertidos en la mejora y modernización de los distintos escenarios deportivos. Además, los Representantes a la Cámara, originarios de esa ciudad se comprometieron  a incluir sumas que garanticen la completa realización de esos juegos.

El delegado Carreño continúa informando que en el Ministerio de Educación, en la sección nacional de Educación Física y en la Junta Organizadora de los Intercolegiados Nacionales reina la mejor voluntad para colaborar con la Junta para que se constituya como la Organizadora de dicho evento.

Ante estas posibilidades, el alcalde capitán Sánchez León, se propuso oficializar la constitución de la Junta pro Juegos Nacionales 1949, la cual fue integrada por los rectores de los colegios San José, Escuela Normal, Bethlemitas y Seminario, el presidente del Concejo Municipal, el alcalde de la ciudad, los presidentes de los clubes Santander y del Comercio, a las señoras Teresa Canal Vale y Cecilia T. de Mogollón y a los señores Víctor Carrillo, Carlos Mendoza Bautista y Antonio Guerrero Gallardo, todos ellos prometieron “trabajar por Pamplona y sólo para Pamplona” y luego de un abrazo de mutuo entendimiento dieron por terminada la reunión no sin antes solicitar a la ciudadanía pamplonesa imitarlos y contribuir al mayor esplendor de sus fiestas centenarias.

En su primera reunión, esta Junta calificada de “patriótica” por sus paisanos, inició las gestiones encaminadas  a convencer a las autoridades nacionales de la conveniencia de incluir en los festejos, otra actividad también relacionada con desarrollo de los estudiantes  como era el Reinado Estudiantil Nacional, el primero que se realizaría en Colombia y que en la capital del departamento se venía cumpliendo desde hacía un tiempo, en algunos planteles, con la figura de reinados de la simpatía y que han sido narrados en crónicas anteriores. Desafortunadamente, por razones por todos conocidas, ninguno de los eventos programados pudo llevarse a cabo y la celebración del cuarto centenario transcurrió con los mismos actos protocolarios de los años anteriores.

Gerardo Raynaud D. | gerard.raynaud@gmail.co

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