Los cuerpos de diez personas fueron sacados de los escombros el lunes, un día después de cuatro explosiones accidentales en un campo militar y sus alrededores en Bata, Guinea Ecuatorial, indicó la televisión estatal, que informa de al menos 30 muertos y 600 heridos.
Ninguna autoridad confirmó el balance pero el ministerio de Defensa había hablado el domingo por la noche de 20 muertos y al menos 600 heridos.
El domingo por la noche, el presidente de este pequeño estado centroafricano, Teodoro Obiang Nguema, había culpado de las explosiones a los agricultores vecinos por una quema mal controlada y a la "negligencia" de los militares, encargados de vigilar el arsenal del campo de Nkoa Ntoma, en la capital económica del país.
Las explosiones devastaron los edificios del campo que albergaban a las fuerzas especiales y a los gendarmes y a sus familias, y destruyeron o arrasaron innumerables casas en los barrios circundantes.
"Diez cadáveres fueron retirados de los escombros esta mañana por los servicios de rescate, que reanudaron la búsqueda", declaró la televisión estatal TVGE.
Tres niños de 3 y 4 años fueron sacados vivos de los escombros el lunes por la mañana y trasladados al hospital general de Bata, según TVGE.
"Mi tío, un oficial del campo, acaba de llamarnos para decirnos que esta mañana había encontrado los cuerpos de cinco miembros de su familia completamente quemados", dijo a la AFP por teléfono un residente de Bata, que pidió el anonimato.