El número de incendios forestales sigue creciendo en Canadá, que el viernes contabilizó más de 670 incendios, más de 380 e ellos descontrolados, unas cifras ya superiores a cualquier registro y con un "verano largo y difícil" por delante.
"Los números están literalmente fuera de serie, cuando restan al menos tres meses de temporada activa de incendios forestales", dijo Michael Norton, del Departamento de Recursos Naturales de Canadá.
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Las previsiones meteorológicas para las próximas semanas apuntan a temperaturas por encima de las medias estacionales en muchas regiones del país, en el oeste y también en el norte de Quebec, actualmente la región más afectada por los incendios.
Con 9 millones de hectáreas ya arrasadas -lo que representa 11 veces la media de la última década-, el récord anual absoluto que data de 1989 ya ha sido superado con creces.
Un total de 677 incendios estaban activos el viernes (con 13 nuevos focos descubiertos en el día), y 386 sin control.
Unas 155.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en algún momento desde principios de mayo debido a la amenaza del fuego, la cifra más alta en 40 años.
"No es exagerado decir que la temporada de incendios de 2023 es y seguirá siendo un récord en muchos aspectos", agregó, pues la perspectiva apunta a que el número de incendios se mantenga por encima del promedio durante todo el verano.
El fuego golpea ambos lados del país al mismo tiempo y zonas que no están acostumbradas a los incendios se están viendo también afectadas. Uno solo de los incendios forestales en el norte de Quebec arrasó más de un millón de hectáreas.
"Evacuaciones, mala calidad del aire y alertas de calor extremo: estamos descubriendo los efectos del cambio climático en toda su realidad", lamentó el ministro de Salud, Jean-Yves Duclos.
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La situación ha obligado a las autoridades a solicitar cooperación internacional a un nivel sin precedentes para apoyar a los 3.800 bomberos canadienses desplegados en el terreno, que cuentan también con el soporte de las Fuerzas Armadas canadienses.
"El esfuerzo de extinción de incendios se ha convertido realmente en un esfuerzo global", dijo Michael Norton.
En total, más de 3.000 bomberos extranjeros (de Nueva Zelanda, Chile, Costa Rica, México, España, Corea del Sur, etc.) están trabajando duro para hacer frente a estos megaincendios que aún podrían mantenerse activos durante meses.
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