Pasajeros "traumatizados"
El ministro búlgaro de Interior, Boïko Rashkov, calificó la escena del siniestro de "aterradora". "Nunca vi nada igual", dijo, explicando que las tareas de identificación de los fallecidos serán complicadas.
Los siete supervivientes viajaban en la parte trasera del vehículo y "lograron romper una de las ventanas" y huir del fuego.
Pertenecen a la misma familia y entre ellos hay una adolescente de 16 años, dijo el ministro de Salud de Macedonia del Norte, Venko Filipce, que también viajó a Bulgaria.
"El conductor murió en el acto, con lo que no había nadie que pudiera abrir las puertas" y permitir a los pasajeros escapar de las llamas, explicó el jefe de la policía nacional Stanimir Stanev en otra cadena de televisión.
"Los supervivientes están traumatizados, han perdido a familiares, a sus hijos. Saltaron por las ventanas", dijo Maya Arguirova, responsable del centro de tratamiento para personas con graves quemaduras, al que fueron trasladados.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, envió un mensaje de pésame, al igual que el presidente ruso, Vladimir Putin.
Se trata del accidente de autobús más grave de la historia de Bulgaria, según sus autoridades.
En agosto de 2018, 20 personas murieron en Bulgaria cuando un autobús se accidentó bajo una lluvia torrencial mientras transportaba a un grupo de turistas búlgaros hacia Sofía tras visitar un monasterio.
Bulgaria, de 6,9 millones de habitantes, registró en 2019, 627 víctimas mortales en las carreteras y 463 en 2020, una cifra inferior a la habitual por las restricciones sanitarias que limitaron los desplazamientos.
Sin embargo, se trata de una de las peores estadísticas en la Unión Europea (UE), fomentada por el mal estado de las carreteras, los automóviles en mal estado y antiguos y los frecuentes excesos de velocidad.