Sancti Petri, un pueblo pequero ubicado en la bahía de Cádiz, España, es epicentro de una nostálgica historia entre un perro callejero y José María, un habitante de la localidad. El pasado 7 de septiembre, el hombre falleció, dejando un reconocimiento entre sus vecinos y algunas otras personas por el servicio que prestaba a los animales sin hogar que viven en la zona.

Remo, es uno de esos perros callejeros que tenía por costumbre esperar a José María todos los días en la puerta de su casa para dar un paseo juntos.  Nunca quiso ingresar a ese hogar, solo le bastaba con esperar a su amigo humano en la puerta para dar el paseo por la mañana y por la tarde, recorriendo, entre ida y vuelta, alrededor de dos kilómetros. 

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El hombre, que además realizaba una gran labor con otros animales de la calle partió del mundo terrenal, pero Remo sigue ahí en la puerta, aguardando el siguiente paseo.

Los vecinos, que creen que el perro comprende que José María no va a regresar, cuentan que cada vez se le ve más triste y cabizbajo, extrañándolo y, al parecer, tramitando el duelo por la ausencia de su compañero querido.

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