Lo que sucedió la madrugada de ayer en la estación de Policía en Villa del Rosario, donde se protagonizó una fuga masiva de presos, aún continúa causando gran conmoción en Cúcuta y su área metropolitana.

Y es que las condiciones en las que se dio este alarmante hecho aún generan grandes interrogantes: ¿cómo fue posible que siete personas se escabulleran sin ser detectadas por los custodios? ¿Se habría presentado complicidad por parte de las autoridades?

Esta fuga no solo representa un fracaso en la seguridad de estas instalaciones, sino que deja al descubierto la cruda realidad que se vive en estos lugares donde permanecen recluidos una gran cantidad de presos, que se han convertido en centros carcelarios donde hay un hacinamiento a gran escala.

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Se les fueron

La tranquilidad con la que transcurría la madrugada de ayer, a las 2:00 a.m., fue completamente interrumpida cuando oficiales de la Policía Metropolitana de Cúcuta se percataron de un hecho alarmante.

Varios presos que se encontraban detenidos caminaban de manera campante y sigilosa sobre la parte alta de la estación de Policía y emprendían la huida con rumbo desconocido.

Cuando ingresaron a las instalaciones internas a verificar qué estaba sucediendo, se toparon con que habían retirado los barrotes de una de las celdas, por donde habrían escapado los hombres, quienes al salir de su encierro habrían escapado por el techo; pero lo más sospechoso es que, al parecer, ningún movimiento fue visto por los custodios de turno.

Aparentemente, en la celda donde se orquestó la fuga, se encontraban 30 personas privadas de la libertad, de las cuales siete, vinculadas a delitos como secuestro, extorsión, porte de armas y homicidio agravado, entre otros, habrían logrado “volarse” de la estación.

Los hombres fueron identificados como Roswar Antonio González, José Antonio Luque, Yiberson Geovanny Mora Rangel, Andrés Eduardo Palacio Romero, Néstor Ruiz Rivas González, Diego Armando Ortiz Acevedo y Richar Eduardo Pantoja García, en su mayoría de nacionalidad venezolana.

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Aquella fuga masiva hizo que los uniformados activaran de manera inmediata un ‘Plan Candado’ e iniciaran labores de búsqueda por todo el área para dar con el paradero de los prófugos.

Los operativos efectuados por la Policía llevaron a que, al cabo de unas horas, se lograra la recaptura de Roswar González, José Luque y Yiberson Mora. Además, se produjo un descubrimiento que los dejó completamente perplejos.

Durante este procedimiento, en una residencia del barrio Montevideo, de Villa del Rosario, donde se creía que se encontraba uno de los criminales, los policías protagonizaron una persecución a un presunto sospechoso que portaba un arma de fuego.

El hombre habría ingresado al patio de una vivienda, y cuando fue alcanzado, en el terreno se habrían encontrado un “pote” enterrado tipo caleta; al sacarlo y seguir revisando el terreno, habrían encontrado 50 kilos de marihuana y 2 kilos de base de coca.

Un elemento de escape

Una fuente judicial le reveló a este medio de comunicación que, presuntamente, este plan se vendría orquestando desde días atrás. “Desde hace varios días, los privados de la libertad sutilmente utilizaron un elemento para romper los barrotes; se cree que puede ser uno tipo segueta, aunque aún no se ha identificado de cuál podría tratarse”.

¿Por qué los uniformados nunca se percataron de este hecho? ¿Cómo ingresó este elemento a las celdas de estos criminales? Son las interrogantes que rodean este caso.

Según las autoridades, “a estas estaciones se les hacen revisiones de manera esporádica dentro de los espacios donde permanecen los reclusos, incluso durante las visitas”. Pero, al parecer, ningún custodio se percató de la existencia de aquel objeto que fue utilizado por estos criminales.

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Perfiles

José Antonio fue capturado el pasado 17 de febrero en La Parada por el delito de concierto para delinquir. Durante las investigaciones que permitieron su detención, las autoridades establecieron que pertenecía al Tren de Aragua y secuestraba a quienes no pagaban las "vacunas".

Yiberson Mora Rangel, parte del grupo de privados de la libertad que se fugaron, enfrentaba el delito de secuestro tras ser detenido en flagrancia el 6 de junio en Villa del Rosario por secuestrar a un hombre español.

Rosward Antonio Gonzales, imputado por receptación, fue retenido el 3 de septiembre después de que las autoridades descubrieran que había hurtado una motocicleta en el municipio.

Los otros cuatro criminales tendrían imputados los delitos de: Andrés Eduardo Palacio, secuestro extorsivo agravado, hurto calificado y agravado; Rivas González, homicidio agravado y porte de armas; Ortiz Acevedo, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego; Pantoja García, por secuestro extorsivo.

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