La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca promete sacudir a Estados Unidos y al mundo, ya que el presidente nacionalista viene con la idea de dar un giro tras cuatro años de un gobierno demócrata que fortaleció a sus amigos y se plantó frente a sus rivales.
El estilo de Trump podría generar más tensiones en América Latina, donde países clave como Colombia, Brasil y México están liderados por gobiernos de izquierda.
Es por eso que el futuro de las relaciones comerciales y económicas entre Estados Unidos y Colombia se medirán en qué tanto o no serán la cercanía o distancia de Petro y Trump, si esta relación será cauta, prudente, conflictiva o polémica.
Ante este panorama, Sergio Guzmán, director de Colombia Risk, ve esta relación muy combustible entre Trump y Petro, porque ambos son líderes que buscan airear sus rencillas en redes sociales y tienen unos seguidores muy ávidos de darles la razón, en ese sentido, puede ser un poco negativa la relación.
“Igualmente Trump no es un creyente en la agenda medioambiental que quiere liderar el presidente Petro y eso pues claro pues vemos que tiene un potencial grande de ser un obstáculo en esa relación”, agregó Guzmán.
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Además, para Guzmán, Trump quiere endurecer las políticas antidrogas y es probable que no tenga un visto bueno hacia la paz total de Petro ni las negociaciones con los demás grupos armados. “Trump buscará desertificar a Colombia y con eso mermará muchísimo la asistencia internacional que da Estados Unidos a nuestro país y eso también generará un poco de presión fiscal”, advirtió el analista internacional.
Al análisis se sumó Ricardo Emilio Barco, economista de Baruch College Nueva York, quien consideró que “el impacto económico no se va a sentir tanto, como no se sintió en el primer gobierno de Trump”, ya que, aunque Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, “este no es un jugador relevante o muy importante para Estados Unidos”.
Puso un ejemplo en cuanto a la exportación de petróleo, explicó que “si Colombia decidiera dejar de venderle petróleo a Estados Unidos, rápidamente conseguiría reemplazar los 300.000 barriles diarios que le suministra, para un país que consume 20 millones de barriles”.
Sin embargo, el economista advirtió que el triunfo de Trump podría tener una implicación más directa a través de figuras como Bernie Moreno, senador electo del Partido Republicano, quien, al ser colombiano y tener “un apego con el país” porque su familia ha sido activamente política en el Partido Conservador de Colombia, lo que podría generar tensiones.
Además, el hermano de Bernie (Luis Alberto Moreno) fue ministro de César Gaviria y embajador de Colombia en Estados Unidos de Andrés Pastrana, entonces “es una familia que tiene intereses en Colombia”. Por eso, detalló que “el poder de un senador en EE. UU. es mucho mayor que el de un representante de la Cámara”, y que la relación de Moreno con Colombia podría influir en la política estadounidense hacia el país.
En ese sentido, Barco subrayó que la relación entre el Gobierno Petro y Trump dependerá mucho de cómo actúe el presidente Gustavo Petro, especialmente tras las elecciones. “Si el presidente Petro es cauto, como parece ser con su reciente felicitación a Trump, podría mantener una relación más fluida”, dijo, sugiriendo que la forma en que el gobierno colombiano maneje las relaciones diplomáticas será crucial en los próximos años.
Sin desmeritar, agregó el economista, que el senador electo Moreno le hablará directamente al presidente Trump sobre Colombia, porque le hizo campaña en el estado de Ohio, y quien es de la línea del Partido Conservador y Pastrana, un opositor acérrimo al petrismo.
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La política proteccionista de Trump con sus aranceles
Otro tema que resaltó el director de Colombia Risk es el de los aranceles que propone Trump, una de sus banderas económicas, a los que se deben tenerles “mucho cuidado porque justamente estos aranceles tienen el potencial de poner todo el sistema global de comercio bajo alerta, si Colombia es un país muy vulnerable a los choques externos”.
En este orden, Barco comentó que las políticas proteccionistas de Trump, con aranceles entre el 10% y 20%, especialmente en relación con China y Europa, podrían generar un aumento de productos chinos y europeos en Colombia, por ejemplo, si los aranceles se aplican a los vehículos eléctricos de China, lo que indirectamente impactaría la economía colombiana.
Es decir, un segundo mandato de Trump podría complicar el comercio. Su propuesta de imponer aranceles universales de hasta el 20% podría reducir las exportaciones colombianas y afectar el crecimiento del PIB nacional.
Aunque el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países probablemente se mantendría intacto, el enfoque proteccionista de Trump podría generar fricciones. En consecuencia, empresas colombianas exportadoras tendrían que prepararse para una competencia más intensa y un entorno comercial menos estable, advierte el estudio de Colombia Risk Analysis
Amcham Colombia recalcó que, con más de 200 años de relaciones bilaterales, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Colombia. Este vínculo representa el 27% de las exportaciones colombianas, el 32% de la inversión extranjera directa y más de un millón de turistas anuales, así como 130 mil empleos directos e indirectos.
Para Colombia, la clave será adaptarse a los cambios en la política exterior estadounidense, sin importar el resultado electoral, y mantener una postura proactiva para asegurar una cooperación fluida y beneficiosa.
El nerviosismo del dólar en Colombia
Por su parte, José Ignacio López, presidente de Anif, señaló que “el triunfo de Trump ha generado un notable nerviosismo en el mercado colombiano”, especialmente en lo relacionado con la moneda. “Vimos cómo el peso mexicano comenzó a devaluarse rápidamente y el peso colombiano también empezó a mostrar cierta debilidad”.
Además, López destacó la importancia del control del Congreso en Estados Unidos, pues “si los republicanos logran retener la Cámara Baja, como ya lo tienen con el Senado, Trump tendría un amplio margen de maniobra para implementar sus políticas fiscales”. Esto, según él, podría significar “una presión significativa en términos de mayores tasas de interés y un peso aún más débil”, aunque enfatizó que aún falta por determinar qué sucederá con el control del Congreso.
En este sentido, sobre el comportamiento del dólar, Barco prevé que “el dólar se va a apreciar frente al peso colombiano”, y estima que “para el próximo año el dólar estará cerca de los $4.500”, una tendencia que afectará el costo de productos importados.
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En esta línea, Germán Cristancho, gerente de Investigaciones Económicas de Davivienda Corredores, prevé que “es probable que el dólar se acerque a los $4.600” en los próximos días, y que las “presiones de fortaleza del dólar se mantendrán”, lo que obligará al gobierno colombiano a “hacer anuncios que tranquilicen a los inversionistas sobre el cumplimiento de las metas fiscales”. Además, “probablemente se requerirá una mayor cautela por parte del Banco de la República”.
Lo anterior lo dijo porque advirtió que este panorama genera “preocupaciones sobre las tensiones comerciales y el nivel de gasto en EE. UU.”, lo que ha impulsado un aumento en las tasas de interés de los bonos del Tesoro, “subiendo alrededor de 20 puntos básicos”.
Esto, para Cristancho, representa un desafío para América Latina y especialmente para Colombia, que enfrenta “retos fiscales gigantes”. En este contexto, “la devaluación de nuestra moneda y las altas tasas de financiación en los mercados internacionales están presionando fuertemente”.
En cuanto a las empresas colombianas, el economista Barco explicó que las que exportan productos con nichos específicos en EE. UU., “no tienen un sustituto fácil en el mercado estadounidense”, por lo que las políticas de Trump sobre aranceles no deberían afectarlas significativamente. “Las empresas fuertes de Colombia, como las de minerales, flores, café y banano, no tienen competencia en EE. UU. que pueda sustituirlas fácilmente”.
En resumen, Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa SCB, enfatizó en que Trump es proteccionista porque, en su campaña, propuso luchar contra la migración y aumentar los aranceles a las importaciones que lleguen a Estados Unidos, en especial las provenientes de México, motivo por el cual el dólar en Latinoamérica se fortalece, siendo el peso mexicano la moneda que más pierde valor.
“Como tal, Colombia ha estado en un segundo plano tanto para el gobierno saliente como para el entrante. Trump se mostraría en desacuerdo con el aumento del narcotráfico en el país. Por último, como el gobierno de Trump mantendrá el gasto fiscal, las tasas de los tesoros americanos se mantendrían elevadas, lo que haría que el endeudamiento en dólares se mantenga costoso”, concluyó el analista.
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