Taiwán vive bajo amenaza constante de una invasión de Pekín, que ha incrementado la presión militar, diplomática y económica sobre la isla desde 2016, cuando la actual presidenta Tsai Ing-wen alcanzó el poder en Taipéi.
Esta dirigente, que considera la isla como una nación soberana de facto y no parte de China, instó el miércoles a Pekín "a ejercer contención para evitar un potencial conflicto debido a errores de cálculo o accidentes".
"Las acciones (de China) han dañado gravemente la paz y la estabilidad en la región", dijo Tsai.
Recientemente, también afirmó que Taiwán "hará lo que sea necesario" para defenderse de las amenazas, aunque privilegió mantener una coexistencia pacífica.
Biden pide respetar acuerdos
Las incursiones de los aviones chinas también suscitaron críticas desde Washington. Interrogado sobre la cuestión, el presidente Joe Biden dijo que había discutido sobre Taiwán con su homólogo chino Xi Jinping el mes pasado.
"Respetaremos el acuerdo sobre Taiwán. Es en ese punto donde estamos y le dejamos claro que no creemos que él (Xi) no debería hacer otra cosa que respetar el acuerdo", indicó.
El presidente parecía hacer referencia al acuerdo de 1979 por el que Washington reconoció diplomáticamente al régimen de Pekín como autoridad en China, en vez del gobierno de Taipéi.
En virtud de ese pacto, Washington puede suministrar material militar a Taiwán en una relación no oficial y no diplomática.