La oficina de desarrollo rural de Ocaña avanza en la ejecución de acciones que reduzcan los índices de carbono, con un proyecto que hace parte de la política nacional de cambio climático en zonas rurales del departamento.
A raíz de la necesidad, se creó la propuesta de cocinas sin humo, que beneficiará a 239 familias y ayudará en la reducción de la deforestación.
José Amaya, director de la oficina de desarrollo rural, recordó que este proceso se viene gestando desde finales de 2017, cuando Juan Bacca, secretario de Gobierno de la época, recibió un cheque simbólico de parte de Corponor y el Ministerio de Ambiente por 260 millones de pesos para la construcción de estas cocinas.
Amaya recalcó que con este proyecto han llevado obras a los dieciocho corregimientos del municipio.
El funcionario enfatizó que habrá un impacto positivo en la calidad de vida de las personas, pues a corto plazo esperan reducir las enfermedades respiratorias agudas ocasionadas por las cocinas de leña.
Miriam Prado, alcaldesa de Ocaña, dijo que la iniciativa favorecerá a un gran número de familias rurales, y señaló que la inversión se hará en construcción de reservorios, unidades sanitarias y cocinas de leña sin humo.
El proyecto Implementación de acciones de mitigación para promover un desarrollo resiliente al clima y bajo en carbono en el marco de la política nacional de cambio climático en zonas rurales de Norte de Santander es el modelo utilizado para optimizar la energía y reducir la quema de madera, la iniciativa es gestionada por Corponor y cuenta con el apoyo de la Secretaría de desarrollo humano y el área de desarrollo rural de la Alcaldía.
Leidy Pérez, funcionaria de la coordinación de desarrollo rural, explicó que el uso de este tipo de cocinas protege al medio ambiente por la reducción significativa del uso de madera, pues cuando combustiona genera altas emisiones de CO2.
Con estos proyectos se pretende crear desarrollo sostenible, y favorecer la convivencia entre la comunidad y el medio ambiente en las poblaciones rurales de los corregimientos de Ocaña.
El proyecto avanza positivamente, a la fecha se entregó el 60 por ciento de los materiales, y un 48 por ciento de las cocinas ya están construídas.
Los corregimientos beneficiados son: La Pradera, Pueblo Nuevo, Otaré, Quebrada de La Esperanza, Agua de la Virgen, Las Chircas y Aguas Claras.
Geovanny Amaya, líder comunal de la Quebrada de La Esperanza, dijo estar agradecido por la ayuda que recibieron con esta iniciativa.
“Ojalá se genere un gran impacto en la reducción de enfermedades respiratorias agudas que causaban la emisión de gases por la quema de la leña”, indicó el comunal.