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Ocaña
Municipio de Villa Caro permanece incomunicado por la ola invernal
Alcalde lanza S.O.S. para retirar derrumbes y habilitar arterias viales.
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Jueves, 14 de Noviembre de 2024

Incomunicado vía terrestre se encuentra el municipio de Villa Caro debido a los efectos de la ola invernal de los últimos días.

El alcalde de esa población Jesús Amado Sepúlveda Celis lanzó un S.O.S. y clamó la ayuda de la Consejería departamental y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres ya que se encuentran sin el suministro del agua potable por el desbordamiento del río El Roble, que afectó el acueducto local. 

“Toda la población del casco urbano, que son 647 familias, no cuenta con el suministro del preciado líquido y hacia la bocatoma se ha trasladado una comisión especial para cuantificar los daños y comenzar los arreglos”, precisó el mandatario.

De igual manera solicitó al gobernador William Villamizar Laguado maquinaria amarilla para despejar los derrumbes desde el Alto del Pozo hasta el casco urbano y además suspender los trabajos de la placa huella para habilitar una salida por Gramalote hacia la capital del departamento.


Lea aquí: S.O.S. de las familias afectadas con la ola invernal en Ocaña


Sepúlveda aseguró que son 180 kilómetros de vías terciarias en malas condiciones debido a la intensa ola invernal y unos 5.400 campesinos afectados ya que no pueden llevar los productos agrícolas hacia las plazas de mercado.

El banco de maquinaria es bastante obsoleto, pues solo cuenta con una motoniveladora y un cargador que ya cumplieron la vida útil dado que se compraron durante su primera administración hace 25 años.

“Que nos miren con ojos de piedad y procedan a despejar las vías con una fuerte inversión por parte del Estado. Ante la fuerza de la naturaleza la única manera de resolver la problemática es obedeciendo”, exclamó en lenguaje figurado el gobernante municipal para explicar la cruda realidad.

Completamente incomunicado se encuentra el municipio de Villa Caro debido a los deslizamientos de tierra en las carreteras.
Falla geológica, latente 

Los moradores de esa población aseguran que la falla geológica está latente en la parte alta y se puede generar una avalancha de grandes consecuencias como la ocurrida en el sector El Tarrita a mediados del año pasado.

“El temor es permanente ante los torrenciales aguaceros de los últimos días. En la parte alta se evidencia ya el agrietamiento de la cordillera. La falla geológica afecta a veredas como Carrizal, El Roble, Puerto Rico, El Ramo, Los Corazones, Las Ramadas, Los Curos y El Silicio”, reveló Sepúlveda.


Lea además: Alcaldes exigen a Petro solución a la emergencia vial en El Tarrita


Recordó lo sucedido hace dos años, cuando 5 integrantes de la familia Bastos Núñez quedaron sepultados ante el desprendimiento de lodo de la montaña. 

En la vereda El Molino se registró esa avalancha que arrasó con cultivos y cobró la vida de los campesinos cuyos cuerpos no se pudieron rescatar.

Luego ocurrió la avalancha del 31 de mayo de año de 2023, que afectó a los labriegos de toda la cuenca, en especial El Tarrita.

En el municipio de Tibú la gente se encuentra con al agua al cuello debido al desbordamiento de los ríos.
Con el agua al cuello

Las grandes precipitaciones de los últimos días han ocasionado el aumento del caudal de los tributarios del río Catatumbo.

En los últimos días se reportaron inundaciones en el sector de Tres Bocas de Tibú, como resultado de las intensas lluvias de los últimos días.

La comunidad del Corregimiento La Gabarra está en alerta roja debido a que el 70% del territorio está inundado tras el desbordamiento del río Catatumbo. 


Conozca: El Tarrita busca respuestas para reconstrucción de sus casas y escuelas


Hasta el momento se conoce que hay más de 2.000 familias afectadas por ese fenómeno natural, dijeron líderes comunales de la zona. 

“Las lluvias que superan los 120 milímetros tienen a los ríos del municipio de Tibú que no les cabe un tinto. Los ríos, Sardinata (Campo dos), Tibú, Nuevo y el Catatumbo, en la Gabarra) están desbordados poniendo en riesgo cosechas, animales domésticos como gallinas, cerdos y ganado y, por supuesto, el bienestar de los campesinos que habitan los alrededores de las rondas hídricas”, indicó Darwin Mandón.

No solo no tienen qué comer, sino que además están en su tercer día con el agua al cuello, narró María Villamizar, residente de la vereda la Rochela cerca de Campo Dos (Tibú).


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