La mortandad de peces a raíz de la turbidez de los riachuelos por la remoción de lodos, en la cuenca alta, despertó la conciencia ambiental entre los campesinos de la región del Catatumbo.
Ante la magnitud del problema los labriegos se dieron a la tarea de rescatar a los peces del fango y trasladarlos hacia las fuentes hídricas libres de la sedimentación para cuidar el ecosistema.
Liderados por el técnico en electromedicina de la universidad Manuela Beltrán, Miguel Ángel Vaca Quintero y presidente de la asociación Yuca del Catatumbo, tomaron los peces del lodazal y los incorporaron a un balde de agua limpia para luego trasladarlos a las cañadas con el ánimo de preservar la especie.
“Es una responsabilidad ambiental que nos asiste a todos los campesinos para mitigar los efectos de la catástrofe ocasionada por la gran concentración de barro en los afluentes de la región”, indicó.
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A esa iniciativa se han sumado representantes de organizaciones sociales mientras se aclaran las aguas con el fin de normalizar la fauna acuática.
Obstrucción de las agallas
La alta concentración de barro obstruye las agallas y branquias ocasionando afectaciones en las vías respiratorias por la falta de oxigenación en los peces.
El bocachico, peces sapos, rampuches y de la familia de los bagres se encuentra a lo largo y ancho de los afluentes vitales para la alimentación de los ribereños.
Ellos esperan los resultados de las muestras hechas por la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, Corponor a las aguas y las especies endémicas.
Los datos preliminares indican una turbidez de 4 mil por ciento y cero oxigenaciones lo que ocasiona la mortandad. Esa realidad hizo que los comunales salieran a la orilla de los afluentes en el tramo denominado como Presidentico de la quebrada Manzanares, Shanghái y La Aurora de puente Tiza. En ese encuentro de las aguas, aún estaban con vida los peces y lograron salvar un gran número de especies.
A pesar de las advertencias muchos de ellos consumieron el producto y no sufrieron problemas estomacales.
Sin embargo, están a la espera de los análisis fisicoquímicos en los laboratorios para descartar la presencia de metales pesados como el cianuro y mercurio producto de la minería ilegal, previstos para finales del mes de mayo.
Expertos estiman que a lo largo de los tributarios de la cuenca del río Catatumbo existen unas 20 mil familias que se abastecen de los afluentes para el riego, consumo humano y de animales.
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“El río es el eje en la dinámica comercial donde varios tramos son navegables para transportar los productos agrícolas. También, se practica la pesca artesanal”, agregó.
El repoblamiento del Catatumbo
Una vez se recupere la cuenca se trabajará conjuntamente con las entidades como la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol, Corponor, alcaldía y secretaría del Medio Ambiente en el repoblamiento de las especies ictiológicas.
Se espera el plan de contingencia donde los técnicos especializados determinen las estrategias para la protección de la fauna y flora afectada, indica el zootecnista de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña Eder Abdul Caicedo Quintero.
“Es importante proteger la fauna silvestre, planes de reforestación de áreas para beneficio de toda la comunidad. Es una iniciativa que nace de la misma gente ya que son los más perjudicados con esos fenómenos naturales. Brigadas populares para proteger a las microcuencas”, agrega el profesional ocañero.
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“A estas alturas no es hora de buscar culpables, sino encontrar soluciones conjuntas para salvar los ecosistemas”, puntualizó Miguel Ángel Vaca Quintero, promotor de la iniciativa.
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