Los fuertes aguaceros acompañados de granizo y vientos huracanados arrasaron con cultivos en zona rural del municipio de El Carmen, Norte de Santander.
Las precipitaciones afectaron plantaciones de aguacate, café, tomate, fríjol, plátano, cilantro, maíz, ají, pimentón y cebollín, indicaron los campesinos.
La vereda más afectada ha sido Zaragoza donde el coordinador de Asuntos rurales de esa población adelanta el inventario para determinar el número de afectados y entregar las ayudas humanitarias.
Cálculos preliminares señalan que 65 familias de los caseríos El Sul, parte alta y baja, Limonal, El Salto, El Salobre y Zaragoza perdieron las cosechas, e incluso la brisa levantó los techos de tres viviendas.
Hasta el momento no se han cuantificado las pérdidas y los labriegos solicitaron el apoyo, especialmente con las entidades bancarias para rebajar las tasas de interés y alargar los plazos para ponerse al día de los créditos.
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Asimismo, agilizar los trámites de los seguros de cosecha prometidos por el Gobierno nacional para reactivar el sector agropecuario.
Diagnóstico en terreno
Una comisión delegada por el alcalde de esa población se trasladó a las veredas afectadas por el vendaval para elaborar un informe especial y enviarlo a la Consejería departamental de Gestión del Riesgo.
El coordinador de la oficina de Desarrollo rural, zootecnista Nevardo José Bastos Páez, explicó la magnitud del aguacero estilo huracán afectando extensas zonas de café y aguacate Hass en pleno pico de cosecha. “Son fincas ubicadas a unos mil 700 metros sobre el nivel del mar y la velocidad de los vientos tumbó arbustos y los granizos ocasionan unas manchas y huecos en los productos dañando el proceso para la comercialización”, agrega el funcionario.
En la actualidad se avanza en la caracterización de las familias afectadas para presentar el diagnóstico ante los ministerios de Agricultura, Vivienda, Ciudad y Territorio.
“La preocupación ronda la mente de los campesinos debido a los créditos con las entidades bancarias. Solicitan una prórroga para pagar los dineros utilizados para abonos, fertilizantes y semillas”, anota Bastos.
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No reportan la muerte de animales de corral, ni víctimas humanas, ya que aquellas viviendas donde los techos se los llevó el viento, no había ocupantes, ya que estaban viendo un partido de fútbol, precisó.
Un salvavidas
La vocería de los campesinos estuvo a cargo del presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Zaragoza, Leonel Téllez Picón, solicita la ayuda a los distintos estamentos gubernamentales para solventar los efectos de las lluvias.
Narra los momentos dramáticos vividos por los seres queridos durante un torrencial aguacero con granizo y huracán incluido.
“Fue impresionante la acción del viento y la granizada que acabó con los cultivos. Estamos en plena cosecha de café y aguacate donde se afecta la pepa. Igualmente, productos de pan coger como el ají topito, cilantro, apio, tomate y maíz”, recalcó el labriego.
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“Todo quedó inservible, da pesar volver a la huerta por el desastre natural. Los granizos caían en bloque como pedradas, dañando las matas. Quedamos sin el sustento diario y las vías de acceso en precarias condiciones porque ni siquiera para subir en las motos por el lodazal”, puntualizó.
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