“Son jóvenes que inicialmente se inscribieron, no pasaron en la universidad y se les están dando la oportunidad de seguir los estudios superiores. Hicieron el trámite para el ingreso a la universidad, compran su pin, se inscriben y quedan por fuera de la línea de admitidos y desde ese límite tomamos seis cupos adicionales y automáticamente entran a hacer parte de nuestra familia universitaria”, agregó.
Por ahora aplicará para carreras de pregrado en los distintos programas y tecnologías, pues se ha detectado que algunos estudiantes de la región del Catatumbo no desarrollan buenas competencias académicas debido a la complejidad del territorio. “Tenemos estudiantes con bajos niveles en cuanto a los puntajes del Icfes y por esto se requiere un trato diferencial para acceder a la educación superior”.
Tienen las mismas obligaciones de los otros y deben aprovechar oportunidad para aumentar los conocimientos y transformar la región desde la academia. “Buscamos generar profesionales comprometidos con su región y desde allí es donde pueden surgir los cambios del territorio”, asegura el magíster Alba Maldonado.
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El profesional de apoyo del Observatorio Socioeconómico de la UFPS, Jonathan Alsina Cañizares mencionó que cada año salen mil jóvenes de los colegios de la zona del Catatumbo y en su gran mayoría no acceden a la educación superior. “Es un avance con esos seis cupos directos y la idea es aumentarlo a 10 para que los jóvenes encuentren una alternativa, se capaciten, se conviertan en profesionales y regresen a generar el progreso y desarrollo de la región”.
Los padres de familia son los más contentos ya que pueden observar a sus hijos cumpliendo las metas trazadas en el sector rural y van a mejorar las condiciones de vida.
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La joven Angie Coronel de La Playa de Belén resalta esa oportunidad para la gente de las zonas rurales. “Es muy significativo ya que podemos contribuir al desarrollo agropecuario y mejoramiento de la infraestructura de la región a través de las ingenierías”.
Norvey Necotará Abundaria de la comunidad indígena Barí del municipio de El Carmen, dice que es una opción diferente para los jóvenes en zona de conflicto. “Es una noticia favorable, en estos momentos estamos animados para llegar a la universidad, cursar una carrera profesional, el pueblo necesita de esa mano amiga para avanzar en la preparación de acuerdo con las necesidades y a un futuro convertirse en un ingeniero que haga aportes a la comunidad”, exclamó.
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