El pico y placa es una medida que vienen adoptando las autoridades de tránsito de los municipios para restringir el uso de los vehículos automotores en sus calles, por el alto flujo vehicular que congestiona la movilidad y por una alta contaminación ambiental.
La medida de 2 dígitos que viene operando en la ciudad desde hace varios años, quiere el alcalde en esta oportunidad, modificarla y aumentarla a cuatro dígitos, obligando a los dueños de estos vehículos a dejar guardado sus carros por dos días de los cinco a la semana que operaría la medida.
Argumenta la autoridad municipal, que esta medida está soportada en unos estudios que costaron la bobadita de 3,000 millones de pesos. Si esos estudios los hicieron los mismos que elaboraron el impacto en la movilidad de las bicicletas para la implementación de las ciclo-rutas, que dicho sea de paso, de milagro se ve que tal cual ciclista las utilizan, pero si sirvieron de base para los millonarios contratos de obra pública que redujo las calzadas, y complicaron aún más la movilidad en el centro de la ciudad, no gozan de ninguna credibilidad como soporte técnico, las cuales-las ciclo-rutas-deberán ser demolidas en un acto de cordura por el nuevo burgomaestre municipal, sobre todo en el centro con poco o nada de flujo de ciclistas, restableciéndose la amplitud original.
He venido siendo monotemático en manifestar, que uno de los problemas principales de la congestión vehicular, sin desconocer el impacto que tuvo la reducción de sus calzadas, es el hecho que ni para remedio se ve a las autoridades de tránsito, por la falta de una eficiente semaforización, dirigiendo el tránsito, o sea poniéndose el overol en las calles y dejar de perseguir a los conductores en sitios estratégicos para amenazarlos con un comparendo y digo amenazarlos porque al final del cuento no se reporta un aumento significativo de las finanzas del municipio, preguntándonos:¿ a dónde irán a parar esos recursos?, porque, que los cobran los cobran.
Y como nosotros somos muy buenos para copiar pero lo malo de otras regiones, seguramente con la ampliación de la restricción del pico y placa a cuatro dígitos, nuestro flamante mandatario municipal, determinará la medida del pago por una tasa de congestión vial, como Bogotá y Cali, por ejemplo, para que los carros con restricción puedan circular libremente por el perímetro urbano por un cómodo tributo que se acerca a los 4 millones de pesos anuales.
El pico y placa se adopta como medida transitoria para mitigar la congestión vial y la conservación del medio ambiente. Con la tasa de congestión vial, me pregunto, ¿se mitiga?
Este es un país alcabalero, PURO NEGOCIO.
Adenda: Si la congestión vehicular se forma exclusivamente en el centro en horas pico, ¿por qué no se aplica el pico y placa solo para ella y no someter a la periferia a la restricción?