A pesar de que el Gobierno Nacional estructuró un plan de austeridad para 2025, enfocado en recortes a viáticos, contratos de prestación de servicios y publicidad estatal, expertos económicos consideran que las medidas propuestas no serán suficientes para cubrir el déficit fiscal de $12 billones que enfrenta el país este año.

Aunque el Ejecutivo intenta enviar un mensaje de disciplina fiscal, analistas como Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, y Jorge Restrepo, profesor de economía de la Universidad Javeriana, sostienen que el recorte si bien es necesario, es insuficiente frente a la magnitud del problema.

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Según los expertos, se requieren ajustes más profundos y estructurales para enfrentar el déficit y evitar un impacto negativo en la economía nacional.

Para Mejía, el recorte necesario para cumplir con la regla fiscal es de $28,8 billones, cifra que está por encima del déficit previsto.

“El problema es bien grande, es un monto similar al tamaño del recorte realizado el año pasado, lo que implica que el Gobierno tendrá que hacer una cirugía profunda al presupuesto de este año”, explicó el director de Fedesarrollo.

A pesar de que el Ministerio de Hacienda hizo público un borrador con propuestas de ahorro, Mejía considera que el anuncio hecho el 10 de enero es solo una señal positiva, pero insuficiente.

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La reducción en viáticos, publicidad, y otros gastos menores no alcanza para cubrir la magnitud del agujero fiscal, que requiere ajustes más profundos en el presupuesto de funcionamiento e inversión. “El tamaño del problema es de 28,8 billones de pesos, lo que indica que se van a tener que hacer ajustes profundos”, reiteró.

Por su parte, el profesor Restrepo señaló que las medidas de austeridad, si bien son un paso en la dirección correcta, carecen de un enfoque estructural y realista.

“Este es un maquillaje, ni siquiera tapa el hueco fiscal. Es un intento de mostrar acción, pero los recortes propuestos son mínimos comparados con la magnitud del problema”, expresó Restrepo, quien añadió que  medidas como la reducción de viáticos y los contratos de prestación de servicios, son de bajo impacto y no abordan los problemas de fondo.

¿Realmente afectará la reducción de contratistas?

Una de las medidas propuestas en el borrador de decreto es la reducción de contratos de prestación de servicios. Para ello, todas las entidades deberán hacer una revisión previa de las razones para contratar personal bajo esta modalidad.

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Sin embargo, los expertos coinciden en que este tipo de recortes no necesariamente tendrán un impacto significativo en el empleo del sector público.

Restrepo explicó que, aunque el número de contratistas ha aumentado en los últimos años, la reducción de estos contratos no debería generar una disminución considerable en el empleo público.

“El recorte se hace sobre una base que ha tenido un gran aumento. El número de contratos de prestación de servicios ha crecido mucho, pero los recortes solo devolverían esa cifra a los niveles de hace dos años. Es muy difícil que este recorte afecte al empleo de manera significativa”, indicó el académico.

Aunque el Estado es uno de los mayores generadores de empleo en Colombia, especialmente a través de entidades descentralizadas como alcaldías y gobernaciones, Restrepo considera que el impacto sobre el empleo no sería significativo a nivel macroeconómico. “Es difícil que decisiones como estas tengan un impacto en la economía en su conjunto”, agregó.

¿Son suficientes?

El borrador del decreto también contempla ajustes en el pago de horas extras, limitaciones en el gasto en publicidad estatal y recortes en viáticos, que se realizarán bajo tres escenarios diferentes según el tipo de gasto asumido por las entidades.

No obstante, Jorge Restrepo considera que estos recortes menores no son suficientes para solucionar el déficit fiscal.

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“Definitivamente, si lo que se necesita es enderezar la situación fiscal del país, el Gobierno debe hacer recortes en rubros mucho más grandes”, sostuvo.

El profesor también sugirió que el Gobierno debería priorizar la reducción de recursos no ejecutados y los programas que aún no han comenzado. “Hay ministerios que tienen presupuestos millonarios sin ejecutar. Lo primero que debería hacer el Gobierno es recortar todo aquello que no pudo ejecutar”, concluyó.

El plan de austeridad, aunque es visto por algunos como una medida necesaria para mantener la disciplina fiscal, también podría tener efectos secundarios.

Para Luis Fernando Mejía, el verdadero riesgo radica en no realizar el ajuste necesario, ya que el incumplimiento de la regla fiscal podría desencadenar consecuencias más graves, como un aumento de las tasas de interés y una posible depreciación de la moneda.

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El profesor Restrepo, por su parte, indicó que el impacto del plan podría ser limitado, pues, aunque la medida es positiva a nivel de señal política, su magnitud es tan pequeña que no tendría un impacto sustancial en la economía del país.

“Este es un recorte tan pequeño que no es ni el 1% del presupuesto. El mensaje no se escucha”, afirmó Restrepo.

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