Jorge Eliécer Gaitán
El 9 de abril de este 2020 se cumplieron 72 años del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán Ayala en Bogotá. Fue la inmolación, a sangre y fuego del caudillo liberal, cuya carrera hacia la Presidencia de Colombia se hacía cada vez más visible en medio de la violencia política que estremecía al país. Gaitán había nacido en Bogotá en enero de 1903. Estudió derecho en la Universidad Nacional de Bogotá y posteriormente se especializó en derecho penal en la Universidad de Roma. Desde muy joven participó en la actividad pública. Creó el Unirismo para promover sus ideas. Fue elegido diputado a la Asamblea de Cundinamarca y después congresista. Asumió la rectoría de la Universidad Libre entre 1936 y 1939. Se desempeñó como Alcalde de Bogotá. También fue ministro de educación en 1939 y un sector del Partido Liberal lo candidatizó a la Presidencia de Colombia. El 7 de febrero de 1948 encabezó una multitudinaria manifestación de paz y en esta ocasión pronunció la conocida Oración por la paz. 52 días después (el 9 de abril de 1948) se consumó el magnicidio.
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Manifestación del 7 de febrero de 1948 en Bogotá
En su discurso del 7 de febrero de 1948, conocido como “Oración por la paz” Gaitán dijo:
“Amamos hondamente a esta patria nuestra y no queremos que nuestra nave victoriosa navegue sobre ríos de sangre.
Señor Presidente: No os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no siga por caminos que nos avergüenzan ante propios y extraños. ¡Os pedimos tesis de piedad y de civilización!
Señor Presidente: Os pedimos cosa sencilla para la cual están de más los discursos. Os pedimos que cese la persecución de las autoridades y así os lo pide esta inmensa muchedumbre. Pedimos pequeña cosa y gran cosa: que las luchas políticas se desarrollen por cauces de constitucionalidad. Os pedimos que no creáis que nuestra tranquilidad, esta impresionante tranquilidad, es cobardía. Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes: somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. Pero somos capaces, señor Presidente, de sacrificar nuestras vidas para salvar la tranquilidad y la paz y la libertad de Colombia.
Impedid, señor Presidente, la violencia. Sólo os pedimos la defensa de la vida humana, que es lo menos que puede pedir un pueblo. En vez de esta ola de barbarie, podéis aprovechar nuestra capacidad laborante para beneficio del progreso de Colombia”.
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Mercados con sobrecostos
Colombia, una nación de gente laboriosa y sufrida, no solamente es víctima de la violencia y de la política tramposa de grupos minoritarios pero con poder, sino también la corrupción, como se ha descubierto en varios municipios con la contratación de mercados para “ayudar a los más pobres”. Con sobreprecios, unos pocos operadores de tales auxilios incurren en su vicio recurrente de la picardía, sin tomar en cuenta la gravedad de la pandemia letal que está acosando.
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Jairo Tomás Yáñez Rodríguez
La Administración Municipal de Cúcuta ha organizado su funcionamiento tomando en cuenta las condiciones generadas por la pandemia del Coronavirus. Todos los despachos están interconectados digitalmente y el alcalde Jairo Yáñez se mantiene atento a los hechos cotidianos. Su actividad empieza a las 6:00 de la mañana y se prolonga hasta más allá de los 8:00 de la noche. Aunque ha insistido en el confinamiento, hace presencia en diferentes lugares para atender situaciones de todo orden, sometiéndose sí a reglas de protección sanitaria. Hay integración con la Gobernación para el manejo de asuntos comunes.
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Abraham Ararat Mafla
El secretario privado de la Alcaldía, Abraham Ararat también está al tanto de los diferentes movimientos de la Administración y destaca el manejo coordinado de los asuntos propios de la crisis de la pandemia y de la aplicación de las políticas para el funcionamiento general del municipio, lo cual ha permitido hacer efectivas las ayudas a la población con mercados y otros auxilios y la articulación del Plan de Desarrollo, en el cual se está trabajando con prioridad.
