Con dos períodos consecutivos en el Senado de la República, Andrés Cristo Bustos hace parte de la plana de dirigentes del Partido Liberal en Norte de Santander y en el país.
Desde ese espacio que le ha deparado la política interviene en los manejos públicos de su departamento y de la Nación. A sus responsabilidades de legislador agrega su dedicación al estudio de los diferentes problemas y situaciones de Colombia. Opina, debate y decide en el ámbito donde tiene protagonismo.
Con su hermano, el exministro y exprecandidato presidencial Juan Fernando Cristo, mantiene fluidas relaciones, aunque están en diferentes vertientes partidistas. Los unen sus convicciones democráticas y la defensa de causas como la paz y la promoción de proyectos para el avance de Norte de Santander.
En diálogo con La Opinión, Andrés Cristo habló sobre la coyuntura del país, de la región y los proyectos por venir.
La detención del expresidente Álvaro Uribe motivó la propuesta del Centro Democrático de una constituyente para reformar la justicia, ¿le ve posibilidades a esa iniciativa?
Se trata de una propuesta incendiaria. No es más que una reacción del partido de Gobierno ante una situación personal y singular de su jefe. Es una iniciativa que nació muerta por condiciones de tiempo, también por la polarización política e ideológica que estamos viviendo y lo más importante, por la ausencia de un soporte o motivación de orden general que mueva a un electorado a elegir una asamblea para una reforma que, aunque pueda ser necesaria, no debe tener origen en una decisión judicial que incomoda a una sola persona.
¿Y el referendo, de iniciativa del propio Uribe?
Iría en el mismo sentido y bajo el mismo contexto. Quizás es una propuesta más ágil y dada la experiencia del expresidente, él piensa que se puede distraer a la opinión pública sometiendo un proyecto de tanta envergadura a una decisión en las urnas. Creo que se acentuaría más la polarización y generaría un ambiente electoral anticipado que le conviene solo a él, pues tomaría esa circunstancia como bandera política, sin asumir los errores de esta administración.
De todas maneras, se ha reactivado el debate sobre la necesidad de una reforma a la justicia. ¿Cómo debe ser?
Claro que se necesita una reforma a la justicia, y el presidente está perdiendo una gran oportunidad de sentar a los partidos políticos, al Congreso y a la Rama judicial para concertar al menos una primera parte de la reforma. Así generaría un ambiente de garantías y tranquilidad ante tanta incertidumbre y desconfianza. Se lo hemos pedido desde el inicio del Gobierno.
¿Cree que la pandemia de la COVID-19 ha debilitado al Congreso y ha dado lugar a que lo reemplace el Ejecutivo, mediante la aplicación de la Emergencia Económica?
Por supuesto. Esta crisis ha dejado muy mal parado al Legislativo y también a los partidos políticos. Ver a un presidente gobernando por decretos, -casi sin control-, dando cifras de gasto público de manera general sin tener en cuenta siquiera un debate de la oposición o una observación de un partido de gobierno genera una sensación de autoritarismo al cual se pueden ir acostumbrando algunos sectores de la sociedad. El Congreso tiene la obligación de sesionar en forma presencial y recuperar el protagonismo.
¿Qué representa como hecho político la reciente convención del Partido Liberal?
Ni siquiera fue un hecho político. Se hizo por necesidad, más que por convicción. No hubo verdadera representación del sector rural, ni las minorías étnicas, no hubo una voz fuerte del sector estudiantil ni una mínima intención de renovar cuadros o reunificar el partido. Solo se escucharon lamentos del director, por la poca atención que le había prestado el presidente Duque en estos dos años.
¿Cuál es su interpretación de la insistente alusión del expresidente Uribe al llamado Castrochavismo, como amenaza para Colombia?
Es sencillamente una estrategia electoral que ya la gente no se va a tragar entero. Con esto el expresidente Uribe solo está reconociendo que este ha sido un gobierno sin brújula y sin resultados, y termina calificando como de extrema izquierda a quien no esté de acuerdo con él. Solo quiere seguir polarizando el ambiente político y menospreciar cualquier tendencia social demócrata que quiera generar una opinión diferente.
Norte de Santander
¿Cómo ve a Norte de Santander?
Con preocupación, ya que aunque ha habido algún tipo de avance de infraestructura y de orden legislativo como, por ejemplo, el Acueducto Metropolitano, la doble calzada a Pamplona y otras obras de impacto, además de la inclusión del departamento en el Plan de Desarrollo como una Zona Económica Especial, al lado de otras leyes trabajadas con toda la bancada, hay que reconocer que el desempleo y la inseguridad no ceden. El fenómeno migratorio, sumado al conflicto del Catatumbo, crea una mezcla donde el Gobierno Central tiene la mayor obligación con la región, pero el tiempo sigue pasando.
La situación del Catatumbo también sigue siendo compleja, por el conflicto armado que persiste. ¿Hacia dónde se deben enfocar los esfuerzos si pareciera que nada funciona?
El Catatumbo fue el primer sitio que visitó el doctor Duque en condición de presidente. Él conoce la realidad social que existe en esta zona, pero todo no lo puede resolver aumentando el pie de fuerza armado. Ya lo sufrimos con la última masacre de miembros del Ejército en inmediaciones de Sardinata. Esto se sale de las manos de un gobierno regional, ya que se necesitan recursos y ejecución en los programas de sustitución de cultivos ilícitos, conjugado con atención a víctimas, restitución de tierras, legalización de predios e inversiones en infraestructura. Las herramientas las tiene el presidente, pero no quieren acelerar el cumplimiento de los acuerdos de paz.
Con respecto al páramo de Santurbán, ¿cuál es la hoja de ruta a seguir?
El páramo de Santurbán fue la única promesa en la campaña presidencial donde coincidían todos los candidatos. No hubo ninguno que no prometiera que se iba a proteger este ecosistema. Sin embargo, estamos viendo que fue tomado como bandera electoral para atraer votantes incautos. En octubre se hará un debate en el Senado para que el Gobierno desmienta todos esos comentarios en circulación sobre proyectos negativos en el páramo. De lo contrario, buscaremos la unión de ambos Santanderes para defender nuestra importante reserva.
¿Qué agenda política tiene para las elecciones de 2022?
Lo primero será dar a conocer y buscar la aprobación de la actividad legislativa que ha tenido y tendrá mucho que ver con el departamento, en aras de una reactivación y formalización económica y seguir buscando los espacios donde se pueda dar una oportunidad seria para la implementación de los acuerdos de paz. Quedó demostrado qué hay demasiada desinformación que genera polarización, y esta pelea de extremos políticos solo está abriendo espacios a los oportunistas electorales.
El dirigente liberal considera que la reforma a la Justicia es necesaria y desde hace tiempo se lo plantearon al presidente Iván Duque.