Tras más de dos meses de interinidad, este miércoles la plenaria del Senado eligió a quien será el próximo secretario de la Corporación en reemplazo del ahora procurador Gregorio Eljach, quien duró más de una década en el cargo.

Se trata de Diego González, actual secretario de la Comisión Segunda del Senado quien, con el guiño del Partido de La U, obtuvo el respaldo unánime de la mayoría de las bancadas, entre ellas, los liberales, el Pacto Histórico, Cambio Radical, el Centro Democrático, MIRA, entre otros.

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De 93 senadores que participaron en la sesión, González obtuvo el respaldo irrestricto de 89 de ellos. Hubo un voto en blanco, uno ilegible, otro nulo y otro por Lucio Meneses, quien también intentaba hacerse a la bendición de los congresistas.

Tras su elección, González agradeció la “generosidad” de la plenaria y manifestó que será el secretario de todas y cada una de las bancadas del Senado. Lo anterior, con miras a ofrecer garantías para todos los sectores políticos sin distingo alguno.

“Gracias a la plenaria del Senado por haber tenido esa generosidad de depositar ese voto de confianza y creer en mi hoja de vida y trayectoria. Por definición política los secretarios tenemos que estar representados por un partido. Una vez somos elegidos la principal función es dar garantías a todas las bancadas. Y eso es lo que voy a tratar de hacer en todo momento: estar apegado a la Constitución y a la ley, y darles garantías a todos los sectores”, manifestó el entrante secretario.

Sin embargo, González no pudo tomar juramento de su cargo teniendo en cuenta que primero la Comisión Segunda del Senado debe aceptar su renuncia como secretario de esa célula legislativa.

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“Ya he presentado mi renuncia. Este jueves la Comisión Segunda ha citado a partir de las 10:00 de la mañana para votar la renuncia. Deben decidir ellos porque son quienes me han elegido y una vez surtida la renuncia en la próxima sesión de la plenaria podré tomar la posesión con el juramento”, agregó el secretario.

El proceso de selección arrancó hace cerca de un mes y, tras la apertura de inscripciones, 21 personas levantaron la mano. Sin embargo, solo 16 quedaron en la recta final. En la baraja figuraba también una dura contendora: Yuri Sierra, la secretaria de la Comisión Primera. No obstante, no logró votos.

La Secretaría del Senado es un puesto estratégico y apetecido, no solo por su lucrativo salario —casi $50 millones al mes, poco menos de lo que gana un congresista—, sino por las redes de poder e influencia que puede tejer.

Entre sus funciones se cuenta llevar y firmar actas; dar lectura a los proyectos; informar los resultados de las votaciones; dirigir la formación del archivo legislativo o expedir las certificaciones e informes que soliciten las autoridades.

Aunque parecerían asuntos de mero trámite, el secretario del Senado es el encargado de firmar las leyes y organizar los debates. Desde ese rol, tiene un relacionamiento de tú a tú con todos y hace las veces de asesor, pero también de consejero del presidente de turno al frente de la Corporación.

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