Más de 24 horas han pasado desde que el presidente de la República, Gustavo Petro, anunció a través de su cuenta de X que declararía el Estado de Conmoción Interior y la emergencia económica, por cuenta de la grave crisis de violencia que se vive en el Catatumbo, y hasta anoche no se conocían todavía ni el decreto ni las medidas que se adoptarán bajo el amparo de esa figura constitucional.

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La incertidumbre que rodea el alcance del mecanismo que decidió adoptar el jefe de Estado, después de 16 años de su última aplicación en el país, ha despertado toda suerte de comentarios y mantiene divididas las opiniones, incluso entre los sectores más afines al Gobierno.

¿Es necesaria la medida? ¿Tenía otras herramientas el presidente para conjurar la delicada situación del Catatumbo antes que una Conmoción Interior? ¿Se puede decretar la Conmoción y la emergencia económica al mismo tiempo? ¿Es una jugada del Gobierno para hacerle frente a los reveses que ha sufrido en el Congreso?

Estas y otras preguntas son las que se han escuchado de manera reiterada en las últimas horas, al tiempo que no hay respuestas para muchas de ellas, puesto que el hermetismo frente a los detalles que contiene el decreto de declaratoria y las primeras acciones, es total.

Es por esa misma razón que se desconoce hasta ahora si su implementación será para todo el país o solo para el Catatumbo y Norte de Santander, teniendo en cuenta que la Constitución Política prevé que el presidente de la República, con la firma de todos los ministros, podrá declarar el Estado de Conmoción Interior “en toda la República o parte de ella”.

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Y aunque el artículo 213 de la Carta Política, establece que este mecanismo se podrá decretar por el jefe de Estado, “en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía”, hay quienes aseguran que pese al drama que enfrenta hoy el Catatumbo, lo que está ocurriendo no era un hecho sobreviniente que ameritara acudir a esta vía.

Así lo explica el abogado constitucionalista Juan Manuel Charry, quien considera que si bien el actual es un escenario confuso y discutible para la declaratoria de esta figura, en un primer análisis de la situación no se cumplen los requisitos con claridad para que el presidente pueda acudir a este mecanismo.

“Lo que hay que cuestionar es si (lo del Catatumbo) era un hecho sobreviniente. Si se tuvieron en cuenta las alarmas de la Defensoría, que los diálogos de paz están regulados, que es previsible que estos diálogos no prosperen, que es previsible que con la violencia sistemática que tenemos en Colombia haya ataques guerrilleros. Ahí uno diría que no estamos ante un hecho imprevisible, sino previsible y, en consecuencia, no es objeto de declaratoria de Conmoción Interior”, planteó Charry.

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Dijo que hablando, si se quiere, en términos un poco más exagerados, la política de ‘Paz total’ ha resultado equivocada y por lo tanto está generando resultados negativos, lo cual es previsible y “eso no se corrige mediante la declaratoria de Conmoción Interior ni emergencia económica”.

Y sobre las críticas que ha despertado en algunos sectores la decisión de adoptar dos medidas a la vez, el abogado explicó que ambas son figuras independientes y que lo que tiene que entrar a revisar la Corte Constitucional es si se cumplen los requisitos para usar las dos.

Entre tanto, Carlos Andrés Arias, doctor en psicología política de la Universidad Católica de Colombia, sostuvo que los estados de excepción le permiten al Gobierno tener grandes facultades, por lo que le corresponde a la Corte Constitucional revisar con detalle si las decisiones del presidente eran necesarias o no.

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“La evaluación del Estado de Conmoción Interior no puede pasar ligeramente por la opinión, para eso está la Corte Constitucional que es la que debe establecer si ese Estado de Conmoción no pudo haber sido mitigado, no pudo haber sido aliviado por unas medidas del Gobierno Nacional, porque las facultades que toma el presidente le permiten hacer ejecución de contratos, plantear reformas en consideración a ese estado, entre otras acciones”, precisó Arias.

Opiniones divididas

El país político también reaccionó prontamente al anuncio del presidente Gustavo Petro y uno de los primeros en cuestionar la declaratoria de Conmoción Interior fue el expresidente Juan Manuel Santos, quien consideró esta movida como injustificable.

“Esa figura de la conmoción interior se estableció para confrontar hechos sobrevinientes y ninguno de los que estamos sufriendo son así. En este caso no existe justificación. En nuestro caso nunca hubo un hecho sobreviniente porque sabíamos que íbamos a enfrentar cosas difíciles, pero ninguna para el estado de conmoción interior”, expresó Santos en la emisora W Radio.

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El expresidente Iván Duque se pronunció igualmente y aunque todavía es incierto el contenido de los decretos, dijo que el presidente Petro está queriendo utilizar la tragedia del Catatumbo para revivir la reforma tributaria que no pasó en el Congreso, el año pasado.

“Es un despropósito jurídico que no aguanta la más mínima revisión y un tenebroso acto de oportunismo político”, escribió en sus redes sociales.

Por su parte, el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, coincidió con analistas y con el expresidente Santos en que lo del Catatumbo no es un hecho sobreviniente, sino un “desajuste muy grave” en seguridad, ocasionado por la fallida política de ‘Paz total’.

“El tema del Catatumbo lo había advertido la Defensoría del Pueblo desde mediados de noviembre. Además, las normas están; la Constitución protege a los colombianos. Lo que tiene que emitir el Gobierno Nacional es una orden para que actúen, que no se siga dejando inerme a la población civil y actuar rápidamente porque están masacrando a los habitantes del Catatumbo”, planteó.

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No obstante, hay quienes creen que la escalada violenta en el Catatumbo es una clara emergencia que no se soluciona a través de mecanismos ordinarios y que es necesario implementar nuevas acciones para estabilizar la situación y prevenir hechos similares o peores.

Uno de ellos es el senador y exjefe negociador de paz con las extintas Farc, Humberto de la Calle, quien recordó las dimensiones de lo que está sucediendo en el Catatumbo y la necesidad de actuar con prontitud.

“Señores de la oposición: claro que el Gobierno ha cometido errores, pero estamos en presencia de una catástrofe humanitaria. El descontrol territorial ahora es un tema de soberanía. No puede ser buena la conmoción para los suyos, pero si es Petro el gobernante, entonces se paraliza la Constitución ante la emergencia”, consideró.

Y aseguró que, “Esta es una verdadera conmoción nacional que debe examinarse con sentido de nación y de grandeza. Obviamente, corresponde al Congreso y la Corte frenar posibles desafueros y examinar la necesidad de esas hipotéticas normas que aún no conocemos”.

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Ayer, las plataformas de derechos humanos que agrupan a más de 500 organizaciones sociales, defensoras de derechos humanos y colectivos de mujeres indígenas, afrodescendientes, campesinas, sindicales y juveniles, se reunieron con el presidente Gustavo Petro para presentar sus análisis y preocupaciones sobre la situación actual de los derechos humanos y la paz en Colombia, y aprovecharon la oportunidad para manifestarle al jefe de Estado su desacuerdo con la declaratoria de Conmoción Interior, especialmente por el aumento de despliegue militar que esto pueda traer.

Un fracaso de la Nación

Aunque el presidente Gustavo Petro sigue guardando silencio frente a los decretos de Conmoción Interior y emergencia económica, ayer hizo referencia a la situación en el Catatumbo y tras cuestionar el manejo de la seguridad en la región y la forma en la que el Eln logró movilizar hombres desde Arauca, dijo que lo sucedido en esta zona del país es un “fracaso de la nación”.

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¿Cómo el Eln se desplaza hasta Norte de Santander con una cantidad de hombres que aún no lo sabemos, pero debe ser abultada? No pueden llegar caminando por las montañas, porque durarían meses; esa es una probabilidad, escondiéndose en las trochas, pero para no ser vistos”, se preguntó Petro, haciendo énfasis en que el grupo, que se consideraba “débil” hace unos meses, ahora parece haber ganado fuerza considerable.

También mencionó la probabilidad de que no hayan transitado simplemente a pie, ya que un movimiento a través de las montañas sería lento y complicado.

En este sentido, resaltó la falta de detalles sobre cómo se trasladaron y señaló que la información disponible hasta ahora es insuficiente.

“Lo que estamos viendo es un cuerpo armado dominado por la codicia, alejado de sus fundadores y en otra fase en la que no nos podemos equivocar”, dijo.

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