La mayoría de los cucuteños, nacidos en el siglo XX, recuerdan la famosa sirena del Cuerpo de Bomberos de Cúcuta que sonaba cada mediodía. La misma que se apagó desde mediados de 2006 y que en 2022 espera reaparecer por medio de un proyecto que asciende a los cerca de $400 millones.
La alarma es símbolo del Cuerpo de Bomberos, su arribo a la ciudad se dio en la década de los años 60 y durante cerca de 44 años anunció el fin de la jornada matinal, anunció las emergencias en la ciudad y cada 31 de diciembre a las 12 de la noche despedía el año con el sonido agudo que la caracterizaba.
Esta semana, en la celebración de los 62 años del Cuerpo de Bomberos de Cúcuta, esta reliquia de más de un metro de altura, cerca de 150 kilogramos de peso y de hierro puro fue desempolvada por los uniformados, que la hicieron sonar durante unos segundos, haciendo que muchos de ellos se emocionaran y recordaran viejos tiempos.
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Ese sonido agudo, fuerte y característico de la ciudad volvió a sonar. Esta vez, no se hizo a la potencia con la que se realizó durante muchos años, pero sí con la energía suficiente para mover el motor de 5 caballos de fuerza, 3.200 voltios y 5,8 amperios que hay en su interior.
A las afueras del Comando, varias personas se acercaron a observar. Una romería también mostró su agrado al escuchar la sirena nuevamente, sonido que en los últimos 15 años se ha escuchado en pocas oportunidades, la mayoría de ellas para evitar que el motor se pegue.
¿Qué se necesita?
Yolibeth Mejías, comandante del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, aseguró que de parte de la institución han tenido la intención de volver a reactivar la sirena, pero para ello se requiere una torre con unas características importantes y un presupuesto con el que no se cuenta.
“El año pasado hicimos un proyecto para remodelar la sede y dentro de él estaba reactivar la alarma, pero para esto es necesaria una torre de más de 30 metros para que el sonido no afecte a las edificaciones aledañas al Comando, además la torre debe tener unas bases resistentes debido a la vibración y el peso de la alarma”, dijo.
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El teniente Gerardo Díaz señaló que la vieja alarma funcionó encima de una torre de la que era propietario Telecom, empresa que suscribió un contrato con Bomberos para que se pagara un peso por cada año en la que se prestara esta torre.
“La sirena es de marca americana, entró a Cúcuta por Venezuela, llegó en 1963, se montó en una torre de telegrafía que en ese tiempo era de Telecom, pero debido al traslado desde la calle 10 a La Merced, acá ya no nos sirvió”, mencionó Díaz.
En síntesis, según la comandante Mejías, construir esta nueva cuesta cerca de $400 millones, una suma que no puede costear Bomberos.
“La intención siempre ha estado, pero el presupuesto nuestro no alcanza para cumplir un sueño que todos tenemos”, aseveró.
Según los estudios adelantados por Bomberos, al instalarse la alarma en una torre entre 30 y 40 metros serviría para poderla activar en su máxima potencia. Se podría escuchar en lugares apartados a la sede ubicada en La Merced, como Prados del Este y las ciudadelas de La Libertad y Juan Atalaya.
“Nos dimos a la tarea y los muchachos restauraron la alarma, estaba deteriorada por el material y el tiempo de la misma. Se pintó, se le hizo latonería y mantenimiento al motor y sigue funcionando en perfectas condiciones. Escucharla nuevamente nos eriza la piel, es un sonido que nos identifica y que sabemos que las personas añoran volver a oír”, señaló Mejías.
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Margarita Castro es una de las trabajadoras que en la década de los años 80 y 90 esperaba escuchar la sirena para dejar sus labores y salir a almorzar, costumbre que tenían sus compañeros de trabajo y la mayoría de personas del centro de la ciudad.
“Ese sonido está en mi mente, aunque ya no trabajo en el centro de la ciudad, me gustaría escucharla nuevamente para saber que una jornada terminó, que se cumplió un deber, que se debe descansar, es algo que está en nuestro arraigo”, manifestó.
Abiertos a las donaciones
Teniendo los estudios, restando actualizar algunas cuantías debido al incremento del precio del dólar, la posibilidad de reactivar la sirena está sobre la mesa, por lo que recibir donaciones de empresas o de personas sería la salida para reactivar este símbolo de la capital nortesantandereana.
“Estamos muy abiertos a cualquier colaboración de las empresas para poder tener activa esta reliquia en la ciudad. Yo recuerdo que muchas veces nos llamaron porque no tocábamos la sirena y los jefes no los dejaban salir a almorzar, es una tradición que se perdió hace tiempo y nosotros como institución estamos con la idea de recuperarla”, mencionó la comandante.
Yolibeth Mejía, comandante del Cuerpo de Bomberos de Cúcuta
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