Aunque una vecina de la zona lo reportó a las autoridades cuando lo vio días antes deambulando, no hubo una ayuda oportuna y terminó saltando. Esa mañana a Galván no se le veían heridas graves, pero internamente el golpe que recibió al caer lo perjudicó hasta provocarle la muerte en un centro médico.
Otro de los casos ocurridos en Norte de Santander fue el viernes 19 de noviembre, cuando en la avenida 1 entre calles 12 y 13, del barrio Comuneros, un menor de 16 años tomó la decisión equivocada de quitarse la vida.
Una semana después, la mañana del 26 de noviembre, una niña de 11 años puso final a su vida, mientras se encontraba en la casa de la abuela en el corregimiento de Agua Clara, zona rural de Cúcuta.
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Según el informe de Medicina Legal, 88 adultos, entre los que hay 8 mujeres más 7 menores de edad acabaron con sus vidas en Norte de Santander.
La cifra más alta de casos ocurrió en Cúcuta, al reportar 31 hechos, de los cuales hubo 5 mujeres y 26 hombres. En Ocaña 16 personas se suicidaron. Y lo mismo hicieron 7 personas en Ábrego. Siendo estos tres municipios donde más ocurrieron esta causa de muerte.
Otros municipios como Pamplona y Tibú reportaron 5 casos respectivamente, mientras que Convención se registró 4, El Tarra 3, al igual que Teorama y Toledo. En Cáchira, Ragonvalia, Salazar, El Zulia y Villa del Rosario la cifra fue de dos casos en cada uno de estos lugares; mientras que un solo caso ocurrió en: Chinácota, Gramalote, Hacarí, La Esperanza, La Playa de Belén, Los Patios, San Calixto y Sardinata.
Prevenir el suicido
Para el siquiatra y profesor de la Universidad del Rosario, Rodrigo Córdoba, estás cifras son la confirmación del llamado que vienen haciendo al Gobierno Nacional para que de una vez por todas, den solución a la demanda de los servicios en salud que tiene que ver con la atención mental.
“Insistimos que la salud mental debe dejar de ser teoría para que sea práctica. Se necesita una intervención pronta de las entidades para que se prioricen ayudas a quienes tienen una enfermedad mental base porque no hay duda de la relación del suicidio con los problemas mentales”, dijo Córdoba.
Para el experto, el suicidio es un síntoma de una enfermedad mental de base, en casi todos los casos. Por ese motivo, requiere ser tratada con antelación para prevenir la tragedia.
Córdoba resalta que una de las formas más importantes de lograr la reducción de estas muertes es acabar con el estigma en torno a los trastornos de salud mental y poderlos atender como es debido.
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