Amante de las ciencias y el conocimiento, Sergio Andrés Torres se ha encargado, en el transcurrir de su vida profesional, de que el nombre de la capital de Norte de Santander resuene en otros países.
Su registro civil de nacimiento indica que Sergio Andrés es nacido en Bogotá, sin embargo su corazón le dice que es cucuteño, pues fue en esta ciudad donde vivió gran parte de su infancia y adolescencia.
Por un tiempo vivió en el municipio de Chinácota, lugar en el que guarda grandes recuerdos, sobre todo por la naturaleza que lo rodeaba.
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Sus años estudiantiles los pasó entre las paredes del colegio Sagrado Corazón, ubicado en el centro de Cúcuta, y fue esta institución la encargada de entregarle el primer título de los muchos que recibiría a lo largo de su carrera.
Torres sabía que una vez terminara el colegio empezaría una carrera universitaria, sabía que le encantaba la biología, y por esta razón buscó una que tuviera algo que ver con la materia que tanto le apasionaba.
Salir de la ciudad no era una opción para el joven, por lo que encontró en la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) la carrera con la que más tenía afinidad: Ingeniería Biotecnológica.
“Fue avanzando la carrera y cada vez me gustaba más, me llamaba mucho la atención la investigación y fue la misma la que me abrió muchas puertas”, relató Sergio Andrés.
El primer escalón
En 2015, cuando apenas rozaba los 25 años, recibió su primer título que lo acreditaba como profesional, uno de los más destacados por su desempeño académico.
Sergio señaló que le empezó a llamar la atención el tema de la biomedicina y la biotecnología y encontró una maestría que se ajustaba a sus gustos, así que poco le importó tomar un vuelo de poco más de cinco horas para seguir cumpliendo sus sueños.
“Fue una convocatoria que hizo el Gobierno de México, ofrecían el pago de los estudios además de una cuota de sostenimiento con el único de requisito de que aportara conocimiento para ellos”, precisó Torres.
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La oferta sonaba casi única para él, no lo dudó un segundo, tomó sus maletas y emprendió el viaje que lo llevó a seguir labrando su futuro.
Por su corta edad no le resultó difícil adaptarse a la cultura mexicana, que según comentó, a fin de cuentas es latina y tiene muchas similitudes con la colombiana.
Crear nuevo conocimiento, es su pasión
A lo largo de su vida estudiantil se ha apasionado por la investigación, y a la fecha ha publicado un total de cinco artículos científicos, una patente y ha dirigido dos tesis de licenciatura y posgrado.
La maestría no fue suficiente para el cucuteño y por ello, antes de finalizar este posgrado ya tenía la mente en lo que vendría después.
Su alto rendimiento académico ya le ha dado la oportunidad de viajar a otros países, seguir preparándose y fortalecer la comunicación en otros idiomas.
Pero él estaba seguro que una maestría no sería su último título y se postuló para comenzar a estudiar su doctorado en biomedicina y biotecnología molecular en el Instituto Politécnico Nacional de México.
“Nuevamente apliqué para la beca, en la que me exigían un promedio y cumplir ciertos requisitos, me la gané y por eso estoy aquí nuevamente”, señaló.
Las patentes
Sus estudios en biomedicina le han ayudado para trabajar en patentes que incluso podrían cambiar algunos de los procesos médicos que por años han funcionado.
A la fecha, están trabajando en un sistema que tiene como finalidad lograr que los procesos de quimioterapia sean menos dolorosos.
“Ya estamos trabajando en eso, además estamos usando la nanotecnología, que son partículas mucho más pequeñas, pero con las que podemos hacer muchas mejoras”, afirmó.
¿Cerebro fugado?
“El Gobierno mexicano nos da estas becas con el único fin de que produzcamos nuevos conocimientos en el país, nuestro único deber es estudiar e investigar y ellos nos pagan todo”, precisó Torres.
Fue por esta razón que Torres decidió salir de Colombia, y en sus planes no está devolverse en los próximos años.
Sergio Andrés quiere iniciar sus estudios de posdoctorado en otro país, seguir investigando y obtener los recursos necesarios para entregarle sus conocimientos a Colombia.
“En este momento estoy pensando en viajar a otros lugares, seguir trabajando y formándome, quiero contribuir a mi país, pero en un futuro, por ahora no”, precisó.
En la actualidad, las patentes que trabaja el colombiano quedarían a nombre de México, solo aparecería el nombre de Sergio Andrés.
En caso de que estas sean exitosas podrían ser usadas a nivel mundial, sin embargo, todos los créditos serían para el Gobierno mexicano que aprovechó los conocimientos de este joven prodigio.
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