La creatividad lo caracteriza
Hombre de ideas curiosas, Páez llevó su pasión por la música a otro nivel. Hace poco, él mismo armó un aparato con tambores al que le añadió una base para tocar dos armónicas a la vez.
La guacharaca que lo acompaña, él mismo la fabricó con un tubo y tenedores, tanta ha sido su experiencia haciéndolas, que hace poco decidió venderlas, pues no tienen nada que envidiar a una guacharaca de marcas reconocidas.
“Armé una orquesta con tambor, platillos, armónicas, guacharaca y platillos, tocaba todo yo solo. Como me colocaba encima el aparato con los instrumentos, las manos me quedaban libres para tocar la guacharaca y el tambor, así hacía mi percusión”, expresó con nostalgia.
Luego de haberse tomado un descanso de tantos instrumentos a la vez, ahora Páez está listo para armar un nuevo sujetador, al que espera incorporar un karaoke, para retomar las actividades que tantos gratos recuerdos le dejaron.
María Esther Páez, hermana, expresó que otra curiosidad sobre José Manuel es su talento para fabricar juguetes y trabajos movibles y mecánicos.
“Busca partes de juguetes que no sirven y las arma él mismo en uno nuevo, también hizo un águila movible con material reciclable, hacía ruido y era tan grande como una persona, la trompa era un repuesto de bicicleta, las patas eran patines y las alas con láminas de radiografías”, dijo María.
Memorias de un hombre humilde
José Manuel tenía alrededor de 20 años cuando vivió un tiempo en Bogotá, gracias a un trabajo como mensajero en una fábrica, pero, en sus ratos libres, buscaba la manera de ganar dinero adicional.
“Me subía a los buses a tocar la armónica y la guacharaca, también me presentaba en tabernas. Me fue lo suficiente bien para tomar la decisión de retirarme de la empresa y dedicarme a eso, porque veía que me iba mejor”, dijo.
Retornado a Cúcuta, El Malecón fue la zona a la que dedicó sus noches de viernes, sábado y domingo, cuando tocaba en el ‘Show de la Lotería de Cúcuta’.
Otro de los mejores recuerdos de Páez, fue una vez que, en un concierto de la orquesta Billo’s Caracas Boys, le permitieron subir al escenario y tocar junto a ellos.
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“También me presenté en ‘Compre la orquesta con Pacheco’, cuando vivía en Bogotá. En ese entonces me dieron $50.000 por participar, hace 30 años. Cristian Vega, que era el pianista de la orquesta, preguntó cuánto debía ganar, entonces Pacheco dijo: denle todo, se lo merece”.
Así mismo, tuvo su momento de fama en el ‘Factor X’, donde, aunque sabía que no pasaría a más rondas de las que esperaba, disfrutó al máximo cada momento frente a Marbelle, José Gaviria y Juan Carlos Coronel.
“Llegué hasta Bucaramanga, toqué un disco de Marbelle y otro del Coronel, el ‘Patacón pisao’, con ese me despedí de ellos y logré sacarles una sonrisa”, recordó.