A corte del 3 de enero, según el reporte entregado por el Instituto Departamental de Salud (IDS), Norte de Santander ya registraba 90 lesionados con pólvora (periodo de vigilancia entre el primero de diciembre de 2024 y lo que va del 2025)  lo que representa un aumento del 50% en comparación con la temporada 2023-2024 con la notificación de 61 casos. 

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Lesionados entre los que desafortunadamente se encuentran 37 menores de edad, de los cuales, 2 se quemaron mientras se encontraban en compañía de un adulto bajo los efectos del alcohol. 

Y una de las razones por las que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) informó que en el país ya se abrieron 90 procedimientos de verificación de derechos a niños, niñas y adolescentes quemados con pólvora durante las festividades decembrinas, además de los casos registrados por intoxicación con fósforo blanco. 

Situaciones en las que ya se han impuesto más de 30 amonestaciones a padres de familia y cuidadores con asistencia obligatoria a cursos pedagógicos y en la que se han brindado más de 78 atenciones para asesorar y acompañar a las familias de los menores involucrados, pues muchos de los niños lesionados sufrieron quemaduras por la imprudencia de terceros. 

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Cabe recordar que, en situaciones extremas, existe la posibilidad de que los padres de familia, cuidadores o acudientes de niños quemados con juegos pirotécnicos puedan ir a la cárcel o pierdan la patria potestad y/o custodia de sus hijos. 

En el menor de los casos, se les puede aplicar una sanción pecuniaria por hasta 5 salarios mínimos legales mensuales vigentes. 

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