Las lluvias arrecian en Norte de Santander y con ellas los problemas en más de la mitad de municipios del departamento, pues de acuerdo con el último reporte entregado por la Secretaría de Gestión de Riesgos de Desastres de la Gobernación, más de 25 localidades presentan afectaciones de consideración. 

Ello ha intensificado el máximo alistamiento entre los organismos de socorro adscritos a la Consejería departamental y Unidad Nacional de Gestión del Riesgo en su deber de atender las emergencias durante la temporada invernal.

 El punto más álgido se reportó en los municipios ribereños de la zona del Catatumbo, por el desbordamiento de los afluentes hídricos, lo que ocasionó pérdidas de cultivos, animales de corral, banca de las carreteras e, incluso, inundaciones en un sinnúmero de viviendas campestres.

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William Vera, secretario departamental de Gestión de Riesgos, detalló que ya son varias las vías terciarias y secundarias comprometidas por la ola invernal. También se refirió a casos puntuales en los municipios de La Esperanza, Bucarasica, Cucutilla, Gramalote, Villa Caro, Durania y Sardinata en los que la movilidad está comprometida.

 El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, emitió alertas para que se adopten las precauciones encaminadas a mitigar los efectos del crudo invierno.

 La situación más apremiante la viven los moradores del sector de Tres Bocas donde confluyen los ríos Tibú, Sardinata y Nuevo Presidente. También se registra una situación delicada en la parte baja del corregimiento de La Gabarra, especialmente en las veredas Barrancas, Los Cuervos y Porvenir donde varias fincas resultaron afectadas.

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Desde la oficina de riesgos, indicaron que en total son 16 veredas las que han sentido el impacto de las fuertes precipitaciones, afectando directamente a 80 familias que requieren reubicación inmediata. 

Por esta razón, a través de la Asociación de Juntas de Acción Comunal ya comenzó a hacerse el acopio de enseres para entregar la ayuda primaria, pero también ha comenzado la búsqueda de albergues, pues hay muchos niños, mujeres y adultos mayores afectados.

 Temor por creciente súbita en Ocaña

El Ideam emitió una alerta por riesgo de creciente súbita en el río Algodonal, por lo que la administración municipal de Ocaña realizó seguimiento continuo a través del equipo de Gestión del Riesgo de la secretaría de Gobierno.

El propósito fundamental es evitar cualquier eventualidad en veredas como Las Liscas, Portachuelo, El Loro y el corregimiento de La Ermita donde se reportó ayer el aumento del caudal.

Freddy Arengas, secretario de gobierno de Ocaña, aseguró que se hacen monitoreos permanentes para determinar las afectaciones en las fincas y casas ubicadas en la orilla del río.

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Monitoreo constante 

Arengas indicó que los organismos adelantan el seguimiento continuo para la seguridad de los habitantes cercanos a la ribera del río Algodonal. 

Dicho monitoreo se efectúa en las cabeceras de los afluentes para prevenir el aumento de manera repentina y el represamiento de aguas con las consecuencias mayores.

De momento, los socorristas indicaron que los caudales están dentro de los límites normales y no recomiendan suspender el suministro de agua potable por turbidez.
 En la recta final de la vigencia los presupuestos están agotados y se requiere el apoyo de las instancias nacionales para mitigar los riesgos.

Puente metálico en La Sanjuana

El Instituto Nacional de Vías, Invías, anunció el traslado de un puente metálico para ser instalado en  la Variante Sardinata en Norte de Santander, específicamente en sector la Sanjuana, donde el puente Remolina 2 resultó afectado en uno de sus estribos por la creciente de la quebrada Hoyo Pabón, lo que provocó el cierre del tránsito vehicular por ese paso. 

Asimismo, luego del primer diagnóstico se evalúa la posibilidad de construir una variante paralela al puente para vehículos pesados, mientras que, en la antigua vía nacional, desde el km 122, sector Canoeros, hasta el km 128, sector Sardinata, se llevan a cabo actividades de mejoramiento para paso de vehículos pequeños.  

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