La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Norte de Santander, en alianza con la Escuela de Gestión Pública y Participación Ciudadana, está desarrollando una serie de talleres destinados a fortalecer las competencias en resolución de conflictos y manejo de situaciones relacionadas con el derecho a la protesta. Estas jornadas, que se alinean con el Decreto 003 y su protocolo de actuación, buscan equipar a gestores de convivencia con herramientas prácticas para intervenir en conflictos y fomentar la paz en las comunidades.
Cristian Méndez, asesor de seguridad ciudadana del departamento, destacó que estas capacitaciones se centran en el Estatuto de Reacción, Uso y Verificación de la Fuerza Legítima del Estado y Protección del Derecho a la Protesta Pacífica Ciudadana, contemplado en el Decreto 003. Además, se abordan estrategias específicas para intervenir en conflictos asociados a las violencias basadas en género, un problema recurrente en varias comunidades del departamento.
“Es fundamental trabajar en la prevención y ofrecer herramientas efectivas para gestionar situaciones de conflicto, especialmente en escenarios sensibles como las protestas pacíficas o problemas de convivencia”, señaló Méndez.
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Los talleres ya han llegado a los municipios de Villa del Rosario, Los Patios y Cúcuta, y próximamente se harán en Pamplona, El Zulia y Ocaña. Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, estas localidades presentan los índices más altos de violencia y problemas de convivencia en el departamento, lo que justifica su inclusión en la primera fase del programa.
Méndez explicó que estos municipios fueron priorizados a partir de un análisis riguroso de las problemáticas locales, permitiendo diseñar estrategias de intervención ajustadas a las necesidades específicas de cada comunidad.
Las capacitaciones no solo están dirigidas a gestores de convivencia, sino también a integrantes de frentes de seguridad, juntas de acción comunal, estudiantes y miembros de la comunidad LGBTI.
“Uno de los logros más importantes es que hemos involucrado a diferentes sectores de la sociedad, permitiendo que cada grupo aporte su visión y experiencias a la resolución de conflictos”, destacó el asesor.
Áreas de conflicto
Durante las jornadas, se han identificado dos grandes áreas de conflicto en las comunidades, como violencias basadas en género, que afectan gravemente la convivencia y requieren un abordaje especializado; y conflictos ambientales, derivados de disputas por el uso de recursos naturales o actividades económicas, que generan tensiones entre los habitantes.
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El enfoque de las capacitaciones incluye el diseño de estrategias preventivas y de mediación que permitan reducir la incidencia de estos problemas a largo plazo.
El programa de capacitaciones refleja el compromiso de la administración departamental con la construcción de una convivencia pacífica y la protección de los derechos de la ciudadanía. Estas iniciativas también representan un esfuerzo por fortalecer el tejido social y promover la participación activa de los ciudadanos en la solución de problemas comunitarios.
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