En Norte de Santander hay consenso en torno a que las reclamaciones presentadas ante el Congreso por la Gobernación para que tierras paramunas que hoy figuran en el mapa de Santander, tras ser modificados los linderos, vuelvan a pertenecer a este departamento porque existen no solo pruebas cartográficas sino prediales y de arraigo.
El diputado y presidente de la Asamblea de Norte de Santander, Rafael Cáceres, indicó a La Opinión que su posición es que (el gobierno seccional) recupere lo que consideramos es del departamento, es decir, una franja de tierras aproximada de 75 kilómetros.
En este propósito –dijo- la Gobernación ha venido adelanto trámites pertinentes, primeramente ante el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAG), y conocido el concepto procedió a presentar la reclamación ante el Congreso de la República.
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Cáceres mencionó que hay una audiencia en los próximos días en el Congreso, en la que se espera que el departamento defienda su posición y esperamos que Santander acepte los resultados.
“Hay unos componentes históricos de arraigo al territorio, porque Silos siempre ha sido nuestro y así se interpreta desde los que vivimos en el departamento de Norte de Santander”, dijo el diputado conservador.
Señaló que en 2009 fue que se descubrió que se habían cambiado los linderos. “Esos límites son los que estamos reclamando hoy y es lo que nos corresponde legal e históricamente y desde el punto de vista del derecho”, sentenció el presidente de la Asamblea.
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Por su parte, el parlamentario conservador y miembro de la comisión Sexta de la Cámara de Representantes, Ciro Antonio Rodríguez, consideró importante que el Departamento de Norte de Santander siga defendiendo la tradición cartográfica y los estudios de reconocidos científicos de las geociencias donde respaldan la pretensión limítrofe de Norte de Santander.
De las 142.000 hectáreas que tiene el páramo de Santurbán, cerca del 28 % se encuentran en Santander, es decir, cerca de 39.760 hectáreas y el 72 % están ubicadas en Norte de Santander.
Este ecosistema es estratégico y de amplia biodiversidad. Presta diversos servicios, entre los que se encuentran la provisión hídrica, la descontaminación del aire y el abastecimiento agrícola para la región. El área metropolitana de Bucaramanga y los municipios de la provincia de Soto Norte están ubicados cerca de su área de influencia.
En esta maravilla natural habitan 293 especies de fauna, varias de ellas en peligro de extinción, 457 variedades de plantas y un complejo hídrico de 26 lagunas, vitales para la producción hídrica. Entre ellas se destacan los complejos de Pozo Negro, La Tortuga, El Plan, La Barrosa, La Negrita y La Pintada.
Horacio Molina, de 65 años, cultivador de Silos, y padre de cinco hijos, le dijo a La Opinión que el arraigo nortesantandereano de la población que habita este municipio es bien fuerte. “Aquí siempre nos hemos considerado del Norte de Santander”, dijo.
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El territorio en disputa
En 2015, la Gobernación de Norte de Santander presentó una solicitud ante el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Igac, en la que reclamaba cerca de 75,8 kilómetros de terreno ubicabas entre los municipios de Silos, al norte, y Guaca, Santa Bárbara y Cerrito, en Santander. El territorio en disputa está ubicado en jurisdicción del páramo de Santurbán y cercanías del páramo del Almorzadero, ambos de gran importancia para Santander.
Según el alcalde de Guaca, Ferney Villamizar, “hace algunos años el Igac adelantó una visita a la zona limítrofe entre los municipios para analizar los puntos en conflicto. Allí se presentaron unos mapas en los que Guaca perdería las veredas Mata de Lata y parte de la vereda El Portillo. Santa Bárbara estaría perdiendo la vereda Volcanes”.
La defensa de Santander
Autoridades de Guaca y Santa Bárbara hicieron llegar al Instituto Geográfico Agustín Codazzi escrituras que datan de hace cerca de 200 años y que certificarían que los territorios pertenecen a Santander.En tal sentido, el personero de Santa Bárbara, Danil Román Velandia, informó que “al solicitar al Igac el estado del proceso, allí le manifestaron que no hubo concertación entre las partes y el caso se remitió a la Cámara de Ordenamiento del Congreso de la República”.
El personero argumentó que, actualmente, se barajan dos opciones. La primera es instalar nuevas mesas de concertación. Y la segunda, que los representantes promulguen una ley con base en el informe del Igac y definan a quién les pertenecen los territorios.
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