El conflicto armado en el Catatumbo sigue dejando a su paso desarraigo, miedo y muerte. En medio de los constantes enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y la disidencia de las Farc, una de las poblaciones más afectadas es la de las madres campesinas, quienes han tenido que huir con sus hijos para salvar sus vidas.
Carmen García, presidenta de Madres del Catatumbo por la Paz, denunció la grave crisis humanitaria que atraviesan las familias en esta región del país.
Según sus reportes, al menos 30 madres de la organización han sido desplazadas de municipios como Tibú y El Tarra debido a las amenazas directas contra sus hijos y contra ellas mismas.
Le puede interesar: Policía ofrece millonaria recompensa para dar con los responsables de la masacre de Ocaña
“La situación es preocupante porque no hay una ruta específica para brindar ayuda inmediata a estas personas ni para poderlas extraer del territorio. En estos momentos no se están dando vuelos humanitarios y ni el Ejército ni la Policía están recibiendo personas en los batallones o estaciones”, explicó García.
Ante la falta de respuesta institucional, la organización que lidera ha tenido que recurrir a llamadas y a la ayuda de redes de apoyo internacionales y religiosas para evacuar a estas madres y sus hijos.
“Gracias a los padres de las iglesias hemos podido refugiar y sacar estas familias hasta la ciudad de Cúcuta, donde se encuentran en condiciones bastante críticas”, agregó.
Un éxodo silencioso y sin respuestas
El desplazamiento forzado en el Catatumbo no se detiene. De acuerdo con García, han ayudado a 80 personas que han tenido que abandonar sus hogares en los últimos meses, entre ellas jóvenes y madres campesinas que han sido blanco de amenazas por parte de los grupos armados ilegales.
La falta de atención por parte del Estado ha hecho que estas familias se enfrenten a una crisis aún mayor al llegar a Cúcuta.
Sin un plan de acogida, sin acceso a recursos básicos y con un panorama incierto, muchas de estas mujeres han quedado a la deriva, esperando una respuesta que no llega.
“Las lideresas y líderes que salen del territorio están en condiciones críticas porque no hay una ruta específica para atenderlos. No sabemos a dónde acudir ni cómo garantizar su seguridad”, denunció la líder social.
Un llamado al cese de la violencia
Ante el sufrimiento de las comunidades, Madres del Catatumbo por la Paz hace un llamado urgente a los grupos armados que operan en la región para que cesen los enfrentamientos y abran caminos de diálogo.
“Quienes estamos sufriendo en estos momentos somos sus mamás, el campesino es el más afectado, las mujeres, los niños que no pueden ir al colegio. Queremos la paz y queremos que ustedes, hijos del pueblo, no se sigan matando entre ustedes”, expresó García con profundo dolor.
Conozca: 16 personas capturadas en allanamiento al Tren de Aragua en Bogotá
Para estas madres, la guerra que azota al Catatumbo es una tragedia que desangra a las comunidades rurales, que destruye familias y que condena a generaciones enteras a la pobreza y al miedo.
“Es un dolor que nos está desangrando el corazón, que nos llena de lágrimas el cuerpo al ver cómo dos guerrillas conformadas por nuestros propios hijos se estén matando y confrontando, desplazando a quienes defienden los derechos humanos”, concluyó la líder social.
Mientras las balas siguen silenciando el campo y la guerra continúa arrebatando vidas, estas mujeres siguen resistiendo.
A pesar del abandono y la indiferencia, su voz sigue firme, clamando por una paz que, hasta ahora, parece inalcanzable.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion .