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Escuela Normal de Convención, un semillero de 100 años
La institución abrió sus puertas el 18 de febrero de 1918, hoy forma al 90% de los maestros del Catatumbo.
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Keila Vilchez
Keila Vílchez B.
Sábado, 28 de Abril de 2018

Cada vez que desempeño cualquier actividad en mi vida, lleva un sello de piedad, sencillez y trabajo. Esto lo da el haber pertenecido a la familia de la escuela Normal Superior de Convención”… “En el ámbito personal, cuando estudias en la normal, te enseñan a enseñar, a aprender a entender al otro para poder dar una respuesta, a escuchar para poder dar soluciones”.  

Así describió su paso por las aulas de la Escuela normal superior la personera de Convención, Karen Duarte. Las aulas y pupitres de la institución han visto pasar a miles de nortesantandereanos, quienes de la mano de la congregación de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación, han alcanzado una formación basada en valores, servicio y trabajo.

Convención le abre las puertas al Catatumbo con una espesa cordillera, y donde se encuentra el resguardo indígena Motilón Barí. Allí en el año 1915 los líderes y moradores del municipio emprendieron la tarea de formalizar una institución. Así fue que por medio de la ordenanza de la asamblea departamental, número 7 del 14 de marzo de 1915, se formalizó la gestión.

Sin embargo, es el 18 de febrero de 1918 cuando abre sus puertas el colegio. Un semillero de educadores normalistas de la provincia y del departamento, que se ha mantenido presente en la niñez y juventud convencionista. 

“Son 100 años de gracia y bendición que indican el paso de Dios por la historia de cada estudiante, de cada uno de los egresados que ha pasado por esta casa, por este templo del saber. Nosotros tenemos muchas anécdotas qué contar en la normal, pero sobre todo mucha historia que todavía hay que escribir”, dijo la hermana de la congregación, Martha Inés Laguado.

La propuesta educativa de la escuela normal es ser un centro de investigación pedagógico con ideas que impacten al Catatumbo y al departamento. Además, ofrece desde 1993 una educación respondiendo a las exigencias académicas y cobertura para las once etnias Motilón Barí de la zona.

Para el maestro Juan Alberto Romero ser educador de la normal de Convención no es solo un honor sino también un compromiso social. “Jugamos un papel vital para lograr y desarrollar los objetivos de la institución, donde nos distinguimos por la calidad académica, moral y profesional”, señaló.

Cada maestro es conocedor por excelencia de cada uno de sus alumnos, de su contexto y sus actitudes. “Somos unos interesados en su autoconocimiento, en formar líderes democráticos y competentes, apropiados de las nuevas tecnologías y promotores de la investigación, creativos, dinámicos e innovadores; y lo más importante, con valores del Evangelio”, precisó el docente, quien lleva 12 años en la institución. 

Explica la profesora Ana Elvira Mora que el trabajo “incansable de las hermanas, directivos y docentes, llevó a que la institución se destacara en su proceso de reestructuración”. Por esto fue galardonada por el Ministerio de Educación Nacional con el premio Simón Bolívar; luego por el currículo pertinente para el sector rural con el Programa de Formación Complementaria, que sería la puerta a la acreditación en el año  2003.

Este programa, dirigido a los jóvenes y adultos del municipio de Convención, y de la región del Catatumbo, tiene una duración de 4 semestres para los bachilleres con deseo de profundizar en educación y 5 semestres para bachilleres en otras modalidades, ofreciendo la oportunidad de acceder a la educación superior a quienes llevan la vocación de docentes en el alma.

Explican los maestros que las políticas de inclusión permiten garantizar formación para los diferentes niveles educativos: niños, jóvenes, adultos e indígenas, gran parte de ellos en condición de vulnerabilidad de los municipios Teorama, El Carmen, Hacarí, Tibú, San Calixto, El Tarra, Ocaña, La Playa, Cáchira y La Esperanza. “Estos ven en la escuela normal una oportunidad de superación y de ingresar a la carrera docente”, dijo.

Resultados

El comité institucional de seguimiento a egresados maneja cifras como que el 84 por ciento de los normalistas superiores se desempeñan en el sector rural en el modelo de escuela nueva y post-primaria, el 16 por ciento en el sector urbano en atención a la primera infancia, hogares infantiles, CDI, instituciones educativas y otros en centros privados.

El 90% de los maestros de la región del Catatumbo son egresados de la Escuela Normal Superior de Convención.

Tras el proceso de restructuración de las normales, la escuela comenzó la formación complementaria, que hasta la fecha ha otorgado el título de Normalistas Superiores a 32 promociones con un total de 706 egresados presenciales y en horario extendido.

Mientras que en la modalidad de etnoeducación han egreso 16 indígenas con el título de normalistas superiores.

Esta institución educativa, con la guía de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación, lleva 24 años formando educadores de la etnia Motilón Barí. Esta educación está ligada al ambiente, proceso productivo y social que permite abrir espacios de interculturalidad como muestra de una educación incluyente.

Actualmente, la institución normalista lidera a nivel regional un macroproyecto de asesorías y orientación técnico-pedagógica para elaborar proyectos educativos institucionales campesinos. 

(El Programa de Formación Complementaria para el sector fue acreditado en 2003. Está dirigido a jóvenes y adultos.)

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