Abogado y educador, Hugo Cárdenas Vega es hoy el presidente de la Asociación Sindical de Institutores Nortesantandereanos, posición desde la cual también lidera la defensa de derechos colectivos. Sobre esas tareas habló en esta entrevista.

¿Cuál es su opinión sobre el ahora debatido tema de la fusión de colegios oficiales en Cúcuta?

Es un tema muy complejo. Hay realidades inocultables fruto, del abandono estatal a insignes instituciones,  como el CASD, INEM, Municipal, que hoy presentan baja cobertura educativa, especialmente por la territorializacion de estudiantes en los diferentes barrios de Cúcuta, en donde hay hacinamiento, pero que se ven obligados a esa situación por no contar con recursos económicos para sufragar los gastos de transporte. Este proceso de reestructuración amerita un estudio técnico, socialización de las propuestas en la comunidad y ante todo tener coherencia para buscar soluciones.  Lo que se pretende poner en marcha, como lo hemos advertido, es una improvisación a todas luces por parte de la Secretaría de Educación Municipal. Querer desaparecer instituciones y producir traslados de sedes como se quiere hacer, ha creado un gran malestar en la comunidad.

¿Qué debe hacerse como salida a los problemas planteados?

Pienso que las mesas de trabajo propuestas por Asinort es un mecanismo válido para concertar soluciones. Buscamos que la reestructuración sea paulatina, con soportes técnicos y sobre todo que no se desconozca la comunidad educativa. Partimos de defender y apoyar a la comunidad que se resiste a que sus instituciones desaparezcan. Tendrán que hacerse cambios pero estos no deben afectar a quienes tienen la responsabilidad de enseñar o están en la tarea de aprender. Ahora el problema se agrava con la no renovación del convenio con la comunidad Salesiana, lo cual implica buscar espacios para que esta institución de reconocida calidad educativa no desaparezca. Debemos buscar soluciones de infraestructura para darle continuidad a esa institución.

¿Cree que están dadas las necesarias condiciones para garantizar una educación de calidad en cuanto conocimiento, cobertura, seguridad y ayudas adecuadas a los fines propuestos?

La educación tiene muchas necesidades. Querer avanzar en el propósito de calidad implica un gran esfuerzo de inversión para adecuar y dotar los establecimientos de buena infraestructura y de medios tecnológicos que habiliten a los docentes y directivos a fijar metas más ambiciosas  para buscar mejores resultados, los cuales han venido mejorando y hay que reconocer el esfuerzo de las comunidades en ese propósito.

¿Académicamente, cuál es el balance del año que termina en Norte Santander?

Los resultados en Cúcuta y Norte de Santander desde el punto de vista de las pruebas Saber que instrumentaliza el Icfes, son mejores todos los años, como se ha venido demostrando. Ahora tenemos una discusión sobre el concepto de calidad, pues este no puede quedarse circunscrito a resultados solo cognitivos o de pruebas. Es necesario ver la calidad educativa integralmente desde el proceso formativo de los niños y jóvenes en la búsqueda de una sociedad con justicia social, es decir, para formar ciudadanos con igualdad de oportunidades profesionales y de condición de vida.

¿Su organización tiene propuestas para el mejoramiento de la educación?

Sí, claro. La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación y Asinort, han tenido una postura histórica en torno a que se mejore la calidad de la educación. Partimos  de la solicitud del incremento de los recursos para que Colombia se encamine a mejorar la educación, que  consideramos columna vertebral de la sociedad. Debe iniciarse la educación con tres grados de preescolar y articular los niveles hasta la universidad en una misión formativa cada día más actualizada y pertinente a las necesidades de los seres humanos.

¿Qué tan grave es en Norte Santander el problema de la violencia en las aulas entre los mismos estudiantes?

Hemos reconocido que este es un grave problema que viene  afectando la convivencia de los niños y jóvenes. Los factores externos de violencia, drogas, actividades sexuales, problemas de disfuncionalidad en los hogares permean las aulas. Hoy existen situaciones graves de falta de tolerancia y en muchos casos hacen que se incremente la deserción escolar y se afecte la armonía institucional. Aunado a esto está la imposibilidad que tenemos los docentes para corregir. El Estado ha limitado esa función y la permisividad es a todas luces un elemento que está influyendo en la desestabilización de los procesos formativos.

¿Son las pruebas de Estado un procedimiento acertado para medir los resultados de la educación?

No desconocemos que las pruebas de Estado son importantes y que miden de alguna manera la respuesta cognitiva de los estudiantes en los procesos académicos. La educación tiene parámetros estandarizados copiados de España y Chile especialmente, La calidad debe ser un concepto mucho más integral. Hoy hay instituciones que se dedican a preparar a los muchachos para las pruebas,  mientras los procesos de formación integral ya no ocupan el lugar privilegiado que debe tener la educación.

¿Cuál es la realidad del programa de alimentación escolar en la región?

El Ministerio carece de una verdadera política organizativa para garantizar el funcionamiento de los restaurantes escolares. No hay infraestructura adecuada, no hay funcionarios bien remunerados  que atiendan el servicio. Los contratistas no cumplen adecuadamente. Ahora son los docentes a los que les corresponde apropiarse de esta nueva tarea. La cobertura es insuficiente para lo que se requiere. En fin, pienso que esto hay que direccionarlo de otra manera y financiarlo adecuadamente. 

¿Desde la enseñanza como se contribuye a la construcción de paz en Colombia?

La educacion es uno de los instrumentos más importantes para desarrollar procesos formativos de paz. Los educadores por naturaleza debemos concebir la paz como un derecho de todos,  por tanto desde la escuela venimos trabajando por desarrollar programas y lineamientos del Gobierno y también iniciativas propias que contribuyen a crear un clima de mayor convivencia. Pero esta tarea debe ser de todos. Los factores externos son los que más nos afectan para el éxito de los procesos formativos.

¿Cómo le va a Asinort en su función gremial?

Estar al frente de la organización más grande y una de las más importantes del departamento es una gran responsabilidad. Pienso que la experiencia me ha ayudado a acertar en la conducción. Hoy hay un grado de unidad en medio de las diferencias, una junta directiva que en este periodo ha colaborado con todos los programas, de capacitación, deporte, mejoramiento de nuestros espacios, lucha reivindicativa, atención a tantas necesidades de los docentes, lucha permanente en las calles por nuestros derechos, en fin,  creo que estamos acertando y respetando la pluralidad de esta querida organización a la cual le hemos entregado toda nuestra capacidad y profesionalismo.