El pasado 15 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una alerta sobre casos de hepatitis aguda grave de causa desconocida que se estaban presentando en niños en el Reino Unido, destacando que, hasta la fecha ya se han reportado 651 casos, 30 de estos en países de América Latina como Argentina, México, Panamá y Colombia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), el caso que se confirmó en el país está relacionado con un niño de dos años de edad, diagnosticado con una hepatitis colestásica y quien presentó falla hepática, detallando que, en este diagnóstico, como otros reportados en el mundo, se encontraron antecedentes por SARS-CoV-2 y adenovirus.
“El menor de edad presentó un cuadro clínico que duró casi seis semanas, consistente con síntomas respiratorios, gastrointestinales y fiebre, con posterior ictericia generalizada, entre otros signos. Su evolución es favorable y es dado de alta sin requerir trasplante de hígado. Se mantiene estable y bajo seguimiento médico en casa”, informó el INS a través de un comunicado.
La Opinión consultó a Hernando Villamizar, médico pediatra, neonatólogo y expresidente de la Asociación Latinoamericana y de la Sociedad Colombiana de Pediatría, quien indicó que esta enfermedad es de origen desconocido porque hasta el momento no está relacionada con ninguna de las hepatitis existentes (A, B, C, D y E) que se pueden generar debido a múltiples virus.
“Las hepatitis son varias, pero en este caso nos enfrentamos a una de origen desconocido, lo que sabemos es muy poco. Se han confirmado 651 casos en 34 países del mundo, pero la intensa mayoría, exactamente el 60% de estos, se presentan en Europa y el 75% en niños menores de 5 años”, mencionó Villamizar.
El profesional indicó que lo que se sabe hasta el momento, es que en los menores que se han contagiado, se ha encontrado la presencia de adenovirus (virus común que puede causar síntomas respiratorios o vómito y diarrea) y antecedentes del SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19).
“Es una teoría que falta por comprobar, pero hay que decir que no hay que generar alarma. Lo que hay que aclarar es que esta enfermedad nada tiene que ver con la vacuna contra la COVID”, puntualizó Villamizar.
Los síntomas de alerta que se presentan con esta enfermedad son gastrointestinales, como diarrea o vómito, fiebre y dolor muscular, pero la más característica es la ictericia, una coloración amarilla de la piel y los ojos.