Para el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños es indispensable consumir alimentos saludables y nutritivos.
Después de unas ‘merecidas vacaciones’ o época de descanso, en la que los niños se olvidan del control de los horarios, una de las rutinas que más se afecta es la hora de las comidas.

Dado el alto grado de ‘desocupación’, los chicos comen a toda hora, cantidades desproporcionadas de golosinas, dulces, paquetes y bebidas colorantes. Ahí radica la responsable y eficiente labor de los padres para que los pequeños al reanudar los estudios, retomen y mejoren los hábitos alimenticios.  El ejemplo que ellos le den a los niños y las buenas costumbres que sigan ingiriendo frutas, verduras, proteínas y cereales, incidirán en que los niños se formen en un ambiente saludable.

Así lo afirma la nutricionista especialista en alimentación infantil Pilar Serano, quien sostiene que “los hábitos alimentarios se aprenden por imitación, por lo que son los papás, son los directamente encargados de que los niños adopten el consumo de alimentos nutritivos y saludables”.

Según Serrano gran parte de los problemas alimentarios que presentan los infantes, al manipular o ser caprichosos, es porque mamá o papá, le dieron pistas y el comer o no, lo relacionan con una forma de llamar la atención.
 
ORGANIZACIÓN

Iniciado el ciclo académico, una de las prácticas a seguir es la de consumir una buena lonchera, que se convierte en el alimento más importante.

Una lonchera es indispensable que contenga: un lácteo, queso, yogurt; un almidón, una colación, arepa o sándwich; o algo preparado en casa, que preferiblemente no requiera refrigeración o calefacción.

“Los niños desde pequeños deben aprender a llevar un estilo de vida saludable, y qué mejor que consumiendo y disfrutando de una buena lonchera; previniendo así problemas de salud, como: obesidad, sobrepeso o enfermedades cardiovasculares”, señaló la nutricionista.

El aporte de vitaminas y minerales para los infantes debe ser diario. Para la nutricionista y dietista Alicia Cleves, “una lonchera debe acompañarse de alimentos energéticos y un alimento regulador como verduras y los diferentes tipos de frutas, tanto ácidas como dulces, al igual que tomar jugos naturales”.

LONCHERA NO ES IGUAL A DESAYUNO

El desayuno es importantísimo, dice la nutricionista, Pilar Serano, “es vital que siempre tomen algo antes de salir de casa; un vaso de leche saborizada, un milo, una colada, o algún lácteo; un pan, una galleta o un emparedado, así sea en mínima cantidad”.

Ya en el centro educativo que es casi tres horas después de empezar la jornada, vienen los aportes de nutrientes y calorías con el consumo de la lonchera. Para los niños que tienen jornadas más largas, puntualiza la especialista, debe llevar una lonchera reforzada, con vitaminas y proteínas.

Y ya cuando el estudiante llega a casa, recomienda que en su almuerzo, que en algunos casos lo toman hacia las 3 de la tarde, se incluyan tres grupos de alimentos, por ejemplo, arroz o pasta, carne, verduras y un jugo de frutas.

Finalmente, sugiere tener al alcance de los chicos frutas y alimentos ricos en vitaminas, para que cuando deseen picar no recurran a la comida ‘chatarra’ o la impulsada por el consumismo.
 
TRES PASOS SALUDABLES

El propender por llevar una vida sana, no sólo es propósito de los padres de familia. Hoy muchas instituciones y centros persiguen este fin.

Es el caso de la Iniciativa Colombiana por un Corazón Saludable, ICCS, representada en Colombia por: Plaza Sésamo, la Fundación Cardioinfantil – Instituto de cardiología y la Escuela de Medicina Monte Sinaí, que entre las recomendaciones que hacen están: comer bien, hacer actividad física y cuidar del cuerpo y el corazón.

El primer paso que sugiere una alimentación saludable es el consumo diario de frutas y verduras, por lo menos cinco raciones. Que incluya proteínas, carne, pescado; cereales: arroz, pasta o pan; limitar al máximo la comida rápida y empacada, pues contiene grasa y calorías innecesarias; y beber más agua y jugos de frutas naturales.

En el segundo paso, se invita a incrementar la actividad física en los niños: el juego, la danza, el baile y el deporte son aliados imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo, mínimo una hora al día.

Y en el tercer paso, auto cuidado del cuerpo y el corazón. La conciencia del cuerpo comprende tanto lo físico como lo emocional.
 
EN FAMILIA SABE MEJOR

El compartir los alimentos y disfrutarlos en familia es la mejor forma de hacer que éstos sean aprovechados con varios propósitos, que su sabor sea más agradable, que los nutrientes se asimilen mejor y que se fortalezcan los lazos familiares a través de esta experiencia.
 
CONSEJOS ÚTILES

- Planearla con el niño.

- Llevarlo a comprar los alimentos.

- Darle alimentos conocidos.

- Porciones de acuerdo a su edad y necesidades.

- Lavar bien las frutas y alistarlas para su consumo.

- Utilizar recipientes o contenedores de fácil manipulación que le den confianza e independencia.

- Recuerde que al niño le agrada participar en la elaboración de la lonchera, invítelo a poner la fruta o el queso al sándwich.

ALGUNAS OPCIONES

- Leche, ponquesito, fruta.

- Yogurt, cereal, fruta.

- Jugo, galletas con relleno, quesito.

- Bebidas lácteas, pancito, bocadillo.

- Jugo, sándwich de queso y jamón.

TENGA EN CUENTA:

-Fijar horarios para las comidas, así logrará el metabolismo adecuado y regulado en el organismo.

-Evitar la improvisación, las comidas es mejor planearlas para que sean más equilibradas y completas.

-Variar el contenido y la presentación de los alimentos, haciéndolos atractivos y apetecibles.