La alimentación balanceada es considerada una parte fundamental de la salud física y mental. A medida que la ciencia y la tecnología avanzan, los profesionales van notando cada vez más lo importante que es recibir los nutrientes habidos en la comida con un consumo equilibrado. Vitaminas, minerales y otros componentes vienen en grandes niveles dependiendo del producto.
De esta manera, aunque haya suplementos vitamínicos, fármacos o tratamientos químicos para cuidar los órganos y sistemas, también hay alimentos de origen animal o vegetal, 100 % naturales, que acaban cumpliendo con las mismas funciones, pero sin el riesgo de estar expuestos a los conservantes proveídos por el mundo artificial.
Es en ese sentido que aparecen las frutas, que proporcionan protección al cuerpo de diversas maneras. Hay desde las más ácidas o cítricas que colaboran con el sistema inmunológico y tienen propiedades antioxidantes -previniendo enfermedades como el estrés oxidativo-, hasta las más dulces, que son ricas fuentes de energía.
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Una de las más comunes, la pera, aparece como una poderosa aliada para combatir múltiples males. La regulación del peso, el cuidado de los riñones y las propiedades antiinflamatorias son algunas de sus bondades.
Asimismo, hay otras dos funciones por las que se le conoce y que muchos la consumen, ya que contribuye al tratamiento contra la diabetes, así como el apoyo a reducir los elevados niveles en la presión arterial.
La revista Salud Digital, auspiciada por la fundación mexicana Carlos Slim, reseñó un estudio en el que se analizó a 200.000 participantes, comprobando que las antocianinas, sustancia presente en las peras rojas, está directamente relacionado a un menor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Previene problemas del corazón
Por otra parte, la publicación especifica que las peras tienen la capacidad de prevenir problemas cardíacos como la hipertensión, problemas de colesterol o rigidez del tejido cardiaco, los cuales irregularizan la presión arterial. Esto es posible gracias a su alto contenido en fibra, potasio y antioxidantes.
No en tanto, el consumo de las peras no debe sustituir el del resto de las comidas, así como tampoco debería ser excesivo. Si bien son de gran ayuda para las dos dolencias anteriormente mencionadas, no debería pensarse que sustituyen a los consejos dados por los médicos especialistas, sino que son un apoyo suplementario.
Cuando se trata de perder peso, muchas personas se centran en las dietas restrictivas y la reducción drástica de calorías. Sin embargo, una estrategia más efectiva y saludable para alcanzar y mantener un peso adecuado es incluir frutas en la alimentación diaria. Las frutas son una fuente natural de nutrientes esenciales, fibra y antioxidantes que no solo promueven la pérdida de peso, sino que también contribuyen a una salud óptima.
Una de las razones principales por la que se recomienda la fruta en una dieta es porque son bajas en contenido calórico. Lo que significa que puedes disfrutar de porciones generosas sin exceder tu ingesta diaria recomendada de calorías. Además, las frutas son ricas en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fitoquímicos que son vitales para el buen funcionamiento del organismo.
También son ricas en fibra, lo que mejora la digestión y el tránsito intestinal. Son además ricas en fibra soluble, lo que funciona como un gel en el estómago que ayuda a aumentar la sensación de saciedad y a controlar los antojos.
Otro motivo por el que son recomendadas para bajar de peso es porque contienen un alto porcentaje de agua, lo que las convierte en alimentos hidratantes. Al consumir frutas, puedes satisfacer tu sed y reducir el consumo de bebidas azucaradas. Además, la presencia de agua en la fruta ayuda a evitar la retención de líquidos.
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Así las cosas, como se mencionó, se deben incluir frutas, pero el consumo de este alimento debe realizarse forma correcta para poder obtener resultados, pues de lo contrario se podría generar un incremento en el peso.
Dicho lo anterior, la revista española ¡Hola! recomendó consumir enteras y preferiblemente en las primeras horas de la mañana.
De hecho, el especialista Salomón Jakubowicz, médico, investigador en endocrinología y autor del libro Ni una dieta más, le dijo al portal Salud 180 que, “al extraer el jugo de la fruta, se obtiene agua con azúcar, porque las vitaminas y la fibra permanecen en la fruta. Aun sin añadirle, un vaso de jugo natural tiene diez cucharadas de azúcar, al igual que un refresco y ambos contienen fructosa”.
Asimismo, agregó: “Este es el peor de los azúcares, el que más engorda, sube los triglicéridos, ácido úrico y causa diabetes. La fructosa y el alcohol, que también es un azúcar natural, comparten el mismo camino por el hígado, aumentan la grasa del abdomen y causan hígado graso”.
Adicional, Eva Gosenje Ábalos lgunos, que pertenece al Comité Asesor del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas de España (CGDNE) le señaló a la revista española que otro punto importante es la maduración, ya que, “cuanto más madura esté, mayor cantidad de fructosa tendrá y viceversa”.
Tomado de Vanguardia
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