La vida del colombiano ha venido generando por años una afinidad con el deporte de las bielas. Las largas cuestas con sus altibajos indescifrables, la pasión en la consecución de los objetivos y la tenacidad ante el agotador sufrimiento han sido características que el ciclismo ha compartido con el ciudadano colombiano.
Si bien todos los deportes aportan diferentes beneficios al cuerpo, el ciclismo es un pasatiempo que brinda grandes resultados a las personas que lo practican.
La pandemia aumentó el número de ciclistas en Colombia, según el Ministerio de Transporte. Y es que hace ya unos pocos años, en el país, cada vez más ciudadanos se han apasionado por este exigente deporte; la practicidad, la salud, sostenibilidad y recreación se pueden enlistar como las principales causas que impulsan esta actividad física.
Como es de conocimiento nuestro cuerpo necesita realizar ejercicio de forma regular para preservar y mantener sus funciones de manera óptima y poder evitar enfermedades, lesiones y molestias futuras.
Al reanudar o empezar desde cero con deportes tan exigentes como el ciclismo, existen algunas medidas básicas que pueden tomarse para que la transición se produzca sin contratiempos.
En el marco del Mes de Salud, la Clínica Medical, por medio de su campaña ‘#RutaMedical’, recuerda los beneficios de usar la bicicleta como combatir la obesidad, la no contaminación, evitar la diabetes tipo 2, mejorar el sistema cardíaco y la salud mental y, por supuesto, su importancia para responder de un modo apropiado a la amenaza de la COVID-19.
Cuatro consejos para reanudar o iniciar en el ciclismo, según sus etapas:
1. Primeros pedalazos. Etapa plana, pedalea con los cambios más suaves
Al iniciar su rutina es necesario que sus primeros tramos de trabajo sean cortos y no de mucha exigencia mientras su cuerpo se va adaptando al ejercicio; y en lo posible hacerlo en lugares sin tráfico con pocos obstáculos y con poca altimetria. Recuerde que en promedio una rodada de una hora a un ritmo bajo quema alrededor de 400 a 550 calorías dependiendo de los organismos, mejorando en este corto tiempo el estado de ánimo, aumentando la condición cardiovascular y favoreciendo a la pérdida de peso.
Estas primeras salidas con el ajuste de tensión más flojo en el pedal, podemos subir a la bici con seguridad y sin riesgos a padecer lesiones en nuestros primeros intentos.
2. Piñon pequeño, plato grande. Etapas con algunas subidas
Según el El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos, montar en bicicleta periódicamente previene enfermedades de tipo respiratorio, infartos y afecciones cardiovasculares.
Mientras se va avanzando con la constancia en la actividad física, la intensidad debe ir en aumento esto con el fin de extraer todos los beneficios que tiene este exigente deporte.
‘‘Con estas pedaladas más exigentes vamos a ver como poco a poco se va aumentando la capacidad respiratoria. La bicicleta aumenta la capacidad pulmonar y el nivel de oxígeno en la sangre, evitando sensaciones en un mayor esfuerzo dejando una mejor respiración en cualquier circunstancias. Asimismo, debido a que el peso del cuerpo recae en el sillín; este deporte mejora la salud de las articulaciones: a diferencia de otros deportes que generan un choque constante, este no produce dicho impacto’’, afirma Camilo Abril, Coordinador de Ortopedia de la Clínica Medical.
3. Los pedales y los deportistas: relación exigente. Etapa de montaña.
El uso de la bicicleta tonifica los músculos de las piernas, como los cuádriceps o los isquiotibiales. De igual manera, si no se pretende hacer esta actividad como una práctica constante, su uso como medio de transporte también trae beneficios para las piernas.
Lo exigente de este deporte favorece no solo al tren inferior sino también por su postura un poco inclinada ayuda al fortalecimiento de la zona lumbar, evitando lesiones, hernias o cualquier otro tipo de contratiempo.
4. Acomodándose en el sillín. Pedalear hacia el objetivo. Último tramo.
El ciclismo ayuda a reducir en gran medida el estrés, aumenta la concentración. También sirve como relajante al poder dedicar todo el tiempo encima de la bicicleta para pensar, reflexionar o para desconectar.
Este ejercicio permite una potente inyección de endorfinas y serotonina y el crecimiento de la densidad de la materia blanca del cerebro, lo que permite conexiones internas en el cerebro para realizar sus operaciones cotidianas.
Sobre la bici cada persona es el dueño de sus pensamientos, contribuye a pensar más y mejor. Cada vez que se avanza en el pedaleo los problemas van quedando en un segundo plano, fortalece la voluntad. De igual manera ayuda a dormir mejor y mejorar las relaciones sociales.
Con información de la Clínica Medical