La droga es más potente que la morfina y más adictiva que la heroína. Tiene efectos peligrosos y una sobredosis puede causar la muerte. 

El mundo de la medicina es tan bondadoso que en su historia se descubrieron medicamentos que inhiben el dolor. En el siglo XIX apareció el principio activo más importante del opio y que ahora quita un sinfín de dolores: la morfina.

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Este opioide natural —derivado de la amapola— es tan solo uno de los opioides que existen en la actualidad. Pero de hecho, no es el más fuerte: el fentanilo es entre 50 a 100 veces más potente que la morfina, según el National Institute on Drug Abuse (Nida) de Estados Unidos.

El fentanilo es conocido como un opioide artificial, es creado en el laboratorio. La preocupación con este tipo de opioides es que las personas los usan ilegalmente como drogas recreativas. En Estados Unidos son las drogas más asociadas con las muertes por sobredosis, según la misma entidad.

Aunque hasta ahora se está empezando a categorizar más la relación de muertes por sobredosis con este tipo de opioides, los datos que están a la mano advierten la gravedad de su uso ilegal. Según un reciente informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. casi 70.000 personas murieron en ese país por sobredosis de drogas que involucraron fentanilo en 2021.

La cifra es alarmante si se tiene en cuenta que, como lo señala nida, algunos comerciantes de drogas mezclan el fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína y metanfetamina. Lo hacen, según advierte, porque una cantidad muy pequeña de fentanilo causa un efecto inmediato, lo que lo convierte en una opción más económica, así que muchas personas a veces no saben que la droga que están consumiendo en realidad está mezclada con este potente opioide.

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Además, en Filadelfia, hay un barrio “zombie” en Kensington, en el que son tantas las personas que consumen drogas que caminan por las calles con movimientos lentos y desorientados.

En ese barrio se conoció este mes el caso de un perro french-poodle con sobredosis de fentanilo, al igual que su dueño, quien le compartía de esta droga a su mascota.

En redes sociales, una entidad animalista de aquel país alertó el caso y escribió: “El perrito Toodles fue encontrado junto a una persona, ambos inconscientes. El Departamento de Policía de Filadelfia acudió al lugar para atender a la persona y al animal. Se descubrió que el hombre compartía las drogas con el perro y ambos tenían una sobredosis”.

Los peligros de esta droga

El fentanilo es un opioide que en su uso médico es empleado por el efecto que produce en el sistema nervioso central, explica Karen Sarmiento Acuña, magíster en toxicología y docente asistente del departamento de ciencias fisiológicas de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana.

“Sus efectos son sensación de paz o tranquilidad, pero también produce aletargamiento, depresión respiratoria o paro respiratorio”, asegura. Otros efectos son las náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, tolerancia, adicción y en sus efectos más letales están la pérdida del conocimiento y la muerte.

“Por una sobredosis de fentanilo, si no se tiene a la mano naxolona, que es el antídoto y una rápida atención médica, la mortalidad es del 100 %”, expresa Guillermo Alonso Castaño Pérez, docente de la Universidad CES y director del Centro Internacional de Transferencia de Tecnología para la prevención del consumo de drogas (ITTC).

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Los síntomas de una sobredosis por fentanilo son la disminución de la respiración hasta producirse paro respiratorio, pérdida de la conciencia y pupila de los ojos “muy dilatada”, como detalló el médico Castaño Pérez.

En el caso del perrito Toodles, la policía aseguró que pudo haber perdido la vida, al igual que la persona que lo acompañaba.

Si el fentanilo lo receta un médico, sus presentaciones son la inyectable, en forma de parche sobre la piel o en pastillas que se disuelven en la boca. Los ilegales son fabricados en laboratorios y se venden como polvo, gotas vertidas sobre papel secante que se consumen como dulces, goteros para los ojos o vaporizadores nasales o en forma de pastillas que se asemejan a otros opioides recetados.

¿Por qué es tan popular?

El fentanilo es una droga 50 veces más adictiva que la misma heroína, expresa Héctor Julián Pérez, toxicólogo de Lime y docente de la Facultad de Medicina de la U de A. Al ser tan común y abundante en el sector médico para pacientes en UCI y para calmar dolores crónicos —principalmente en pacientes con cáncer— es fácil conseguirlo.

“Es muy difícil controlar que alguien con malas intenciones dentro de un hospital no se quede con el fentanilo porque a un paciente se le puede aplicar la mitad del medicamento y dejar parte de él sin aplicarlo. Ellos venden las drogas en sumas significativas y luego lo que hacen es que la diluyen o lo secan, dependiendo de la presentación en la que lo vayan a vender”, asegura.

La heroína es más difícil de conseguir y más costosa en el mundo ilegal porque no tiene usos médicos. Esta droga tiene un efecto de dos horas, mientras que el fentanilo dura hasta treinta minutos. Suele ser más adictiva porque el síndrome de abstinencia aparece más rápido.

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Los síntomas de un síndrome de abstinencia por fentanilo es igual al de cualquier opioide: dolor muscular, ansiedad, sudoración excesiva, diarrea, vómito y un estado de intranquilidad. Si una persona quiere dejar de consumir sustancias, es importante que un especialista lo acompañe en el proceso, pero no es imposible. Una sobredosis de un opioide como el fentanilo le puede causar la muerte.

Consumo ilegal en Colombia

En el país no es frecuente que las personas consuman el fentanilo y es probable que muchos adictos no sepan que lo están consumiendo en lo que le compran a sus distribuidores locales.

Ha habido reportes de contaminación de heroína u otras drogas como el 2CB con fentanilo: “Las personas consumen sin darse cuenta el fentanilo. Muchos de ellos compran la heroína y piensan que solo están consumiendo eso, sin embargo, los distribuidores le ponen fentanilo porque es más barata y más adictiva. También se la están poniendo a drogas como el tusi. Hay una mezcla ilegal de drogas importante en el país”, expresa el toxicólogo Héctor Julián.

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