La gesta de Tamara Zidansek, clasificada para las semifinales de Roland Garros pese a ser la 85ª jugadora del ranking femenino, hace que la joven eslovena de 23 años se una a la lista de atletas de esta pequeña exrepública yugoslava, de apenas dos millones de habitantes, que destacan en el deporte mundial.

Con su victoria ante la española Paula Badosa (7-5, 4-6 y 8-6) en el partido de cuartos de final disputado el martes, Zidansek se convirtió en la primera mujer eslovena en alcanzar unas semifinales en un torneo del Grand Slam, en las que se enfrentará a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova.

De clasificarse para la final, Zidansek tendría la ocasión de emular a Mima Jausovec, ganadora de Roland Garros en 1977 y dos veces finalista (1978 y 1983), aunque entonces la originaria de Maribor competía por Yugoslavia, un país que ya había dejado de existir cuando nació la flamante semifinalista en París.

Zidansek llegó a la capital gala como una completa desconocida, ya que solo había sumado tres victorias en sus ocho participaciones anteriores en un Grand Slam y tenía como mejor resultado una segunda ronda, dos veces en Australia (2019 y 2020) y una en Wimbledon (2019).

En abril del presente año, llegó a la final de la Copa Colsanitas, donde fue derrotada por María Camila Osorio con parciales de 7-5, 3-5 y 4-6.

Con dos derrotas en Roland Garros como bagaje, Zidansek ha ganado ya cinco partidos en la presente edición y siempre ante jugadoras mejor clasificadas: en primera ronda a Bianca Andreescu (7ª), Madison Brengle (84ª), Katerina Siniakova (68ª), Sorana Cirstea (54ª) y Paula Badosa (35ª).

Eso le ha permitido que su nombre comience a circular entre las conversaciones de los aficionados, acostumbrados hasta ahora de hablar del basquetbolista Luka Doncic (estrella de los Dallas Mavericks de la NBA) y del ciclista Tadej Pogacar (vencedor del último Tour de Francia), abanderados de la joven generación de atletas eslovenos que están escalando a la cima del deporte mundial.

"Me gusta el básquetbol, la NBA, por lo que evidentemente voy a decir Doncic... y (el escolta de Miami Heat Goran) Dragic; creo que son nombres mundialmente conocidos", respondió la joven de 23 años al ser preguntada en este Roland Garros por su deportista esloveno favorito.

"También tenemos ciclistas, Pogacar y (Primoz) Roglic, que acabaron primero y segundo en París (en el Tour de 2020). Teníamos a Tina Maze, que fue una de las mejores esquiadoras del mundo", añadió.

"Seguramente me olvido a algunos. Eslovenia es un país pequeño, pero tenemos muchos buenos deportistas".

"Siempre estaba con un balón" 

Hija de un juez y de una maestra, Zidansek reveló que desoyó a sus padres, que querían orientarla al mundo de la música: "Mi mamá y mi papá son los dos músicos. Mi madre me dice que trataba de darme instrumentos, como una guitarra... pero que yo siempre elegía un balón de fútbol o cualquier tipo de pelota" para jugar de niña.

"Siempre estaba haciendo deporte, algo al aire libre", añadió.

Esa afición de niña se ha convertido en su profesión y ahora está a dos pasos de igualar a Jausovec, "una leyenda del deporte esloveno", dice de su compatriota.

El cuento de hadas en el que vive Zidansek estuvo a punto de desaparecer de entrada, ya que en primera ronda tuvo que salvar dos bolas de partido frente a Andreescu, ganadora del US Open en 2019. 

De no haberlo logrado hubiese permanecido en el anonimato, pero su triunfo (con 9-7 en el tercer set), su primero ante una tenista del Top 10, la ha catapultado al éxito.

"Es abrumador y es duro asimilarlo tan rápido, pero superar la primera ronda supuso un gran cambio para mí y eso me dio mucha confianza", explicó.

Contra la española Badosa también pasó varios momentos de dificultades, como cuando perdía 0-3 en un primer set que acabó ganando y, sobre todo, salvando tres bolas de 'break' con 6-6 en la tercera manga que hubiese dado la posibilidad a la española de ganar el partido con su saque.

Pero en esos momentos, cuando todo parece perdido, Zidansek saca ese carácter típicamente balcánico que lleva a los deportistas de la exYugoslavia a superarse y que ha permitido, por ejemplo, que Doncic ya se haya convertido a sus 22 años en una estrella de la NBA y en el jugador franquicia de los Maverick en solo dos temporadas en Dallas, o que llevó a Pogacar (22) a subirse al podio de la Vuelta a España en 2019 siendo un completo desconocido y, sobre todo, convertirse en el segundo ganador más joven del Tour de Francia en su centenaria historia.