Gran extinción
Los investigadores aplicaron este método no destructivo, basado en la espectroscopia infrarroja, a fémures de 55 grupos de animales, incluyendo dinosaurios, para medir "los marcadores moleculares [de los restos] vinculados a las tasas metabólicas", precisó Wiemann.
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Las observaciones demostraron que en los dos grandes grupos de dinosaurios, el de los ornitisquios tenía especímenes de sangre fría, como los triceratops, con su cuello protector y sus imponentes cuernos; o el estegosaurio, con su característica espina dorsal. Eran hervíboros macizos, pero lentos.
El otro grupo de dinosaurios, el de los saurisquios --los más numerosos por su cantidad de especies y sobre todo por sus descendencias-- era en cambio de sangre caliente.
Forman parte de ese grupo algunos hervíboros gigantes, como los saurópodos, y popularísimos carnívoros, como el tiranosaurio o el velociraptor, que saltó a la fama en la película Parque Jurásico.
De los saurisquios proceden todos los linajes de aves, únicos descendientes de los dinosaurios que sobrevivieron a la gran extinción de especies acaecida hace 65 millones de años.
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En algún momento se formuló la hipótesis de que la sangre caliente y el metabolismo alto fueron claves para que los pájaros superaran esa catástrofe climática provocada por el impacto de un gran meteorito.
Pero esos factores no fueron de ninguna ayuda para los dinosaurios, apunta el estudio.
"Estamos viviendo la sexta extinción de especies y por eso es importante entender cómo los animales actuales y los extintos respondieron a los cambios climáticos y a las perturbaciones ambientales", escribe la científica.
Una comprensión que puede resultar útil para enfrentar los próximos desafíos de la biodiversidad.
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