Contrario a los que muchos piensan, la movilidad de estudiantes para cursar un programa en otro país no va a desaparecer con la educación virtual o en línea, la cual se arraigó con la llegada de la pandemia del coronavirus.
Incluso, la emergencia sanitaria abrió la puerta para adoptar y diseñar modelos híbridos de aprendizaje, en línea o virtual, que permiten mayor acceso a la educación y, de paso, alimenta la curiosidad de los jóvenes por este de formación.
Por lo menos, así lo consideran los participantes del panel de Aprendizaje global: compartiendo la visión para la internacionalización en línea, durante el Octavo Congreso Internacional de Innovación Educativa, desarrollado en Monterrey, México.
“La movilidad internacional aumentará porque ya no habrá barreras para hacerlo. Viajar ya no es un obstáculo. Nuestra responsabilidad es retirar esas barreras y promover esta modalidad”, afirma Josep Wong, vicepresidente de Internacionalización de la Universidad de Toronto, Canadá.
Sobre la posibilidad de que se pierde el atractivo de conocer otras culturas mientras se estudia, el ejecutivo explica que los modelos que surgen en el actual contexto alimentan la curiosidad y el interés de los jóvenes por cursar un pregrado o posgrado
“Una de las cosas que hemos aprendido durante la pandemia es que la tecnología no debe ser un sustituto total, porque también ha acentuado el problema de los que tienen limitantes para acceder a las tecnologías de la información; esto es algo que la academia debe revisar”, manifiesta Wong.
Respeto a la tasa de recuperación de movilidad internacional, el ejecutivo señala que se están recuperando y cita, por ejemplo, que el número de alumnos que van a llegar a Toronto en enero de 2022 es el igual al registrado en enero de 2019.
Algo similar ocurre en España donde la movilidad internacional ya se recuperó, especialmente, por la alta demanda de solicitudes impulsada por los convenios con países europeos, según explica Ainhoa Uribe Otalora, vicerrectora de Internacionalización de la Administración de la Universidad CEU San Pablo, España.
“Creemos que las tasas de movilidad pueden aumentar aún más porque a la modalidad tradicional, física, presencial, le podemos añadir la modalidad en línea o virtual, por lo que las cifras pueden ser muchas más altas (…) hoy estamos enviando 500 alumnos al extranjero, igual que en 2017,” señala Uribe.
La ejecutiva considera que el modelo híbrido ofrece ventajas, tanto a los maestros como los estudiantes. En el caso de los docentes es más fácil encontrar un espacio para una clase que de forma presencial, mientras que para las jóvenes el acceso es mayor, no hay limitantes.
En materia de inclusión, la panelista revela que las mujeres españolas son las que más se van del país, tanto a Estados Unidos como a Europa, y que más bien hay que alentar a los hombres para que lo hagan. Esto se debe –explica– a que las mujeres de ese país aprenden más idiomas y por lo tanto solicitan más programas de movilidad internacional.
Una de las razones que incentiva la movilidad en los jóvenes españoles tiene que ver con los convenios y los acuerdos que hay con las universidades europeas y estadounidenses. Aunque hay acuerdos con las instituciones de América Latina, la región no es atractiva por temas de pago y la disparidad ir hay entre los que se van y llegan.
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