Los uniformados de la Policía Alfonso Quinchanegua y Danna Cañizales, implicados en las interceptaciones ilegales de las comunicaciones de dos ex empleadas de la exjefe de gabinete de la Presidencia, Laura Sarabia, fueron condenados a 10 años de prisión luego de firmar un preacuerdo con la Fiscalía y aceptaron su culpabilidad en el caso.
El pasado 10 de septiembre ambos aceptaron su responsabilidad y pidieron perdón. Alfonso Quinchanegua dijo estar arrepentido. "Estoy arrepentido de todo lo que se quiso hacer, igualmente pedirle mil disculpas a todos los afectados en este proceso”. Por su parte, Danna Cañizales dijo que cometió errores y que siguió órdenes.
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Según la investigación realizada por una fiscal de la Dirección Especializada contra la Corrupción, se estableció que estos uniformados, en ejercicio de sus cargos, participaron en las interceptaciones ilegales de las comunicaciones de dos ex empleadas de Laura Sarabia.
En ese contexto, el intendente Quinchanegua y la patrullera Cañizales, con documentos falsos lograron que un fiscal de hurtos de la Seccional Bogotá ordenara intervenir las líneas celulares de Marelbys Meza y una persona muy allegada a esta, como parte de una investigación por la pérdida de un dinero en el lugar de residencia de Sarabia.
La Fiscalía estableció que los uniformados también inducieron en el error a los fiscales, quienes creyeron en sus solicitudes; y a los jueces de control de garantías que legalizaron las interceptaciones.
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