Durante un evento en la Comuna 3 del barrio Manrique en Medellín –del que se ausentó una vez más el presidente Gustavo Petro–, este viernes la vicepresidenta Francia Márquez presentó oficialmente el programa para pagarles a jóvenes a cambio de “no matar”.
En medio de la ceremonia, en la que desfilaron varios políticos y congresistas, la también ministra de la Igualdad –cuyo despacho tendrá a su cargo el programa “Jóvenes en Paz”– defendió que no se le puede dar la espalda a la realidad de los jóvenes, “así nos digan que estamos pagándoles a criminales”.
“No le podemos dar la espalda a esa realidad, tenemos que atenderla, así nos digan que estamos pagándoles a criminales. No, queremos generar una articulación interinstitucional”, declaró la vicepresidenta, quien estuvo acompañada por buena parte del gabinete, entre ellos, la directora de Prosperidad Social, Laura Sarabia; la ministra de Ambiente, Susana Muhamad; la ministra del Deporte, Astrid Rodríguez; así como el viceministro de la Juventud, Gareth Sella.
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La iniciativa contempla el pago de hasta $1 millón por un año a jóvenes de entre 14 y 28 años de edad, que habiten en zonas rurales de municipios con presencia de grupos criminales y que no cuenten con una orden de captura vigente. Además, deberán cumplir con la asistencia a cursos de emprendimiento, pedagogía para la paz y educación financiera.
En esa línea, la ministra de la Igualdad anunció que el programa, que busca beneficiar a 100.000 jóvenes, atenderá en una primera fase a 6.000 jóvenes de Guachené y Puerto Tejada (Cauca), Buenaventura (Valle del Cauca), Quibdó (Chocó), Medellín (Antioquia) y Bogotá.
Del evento se ausentó el presidente Gustavo Petro, pese a que la propia vicepresidenta –a través de sus redes sociales–, había confirmado que sí asistiría el jefe de Estado. Sin embargo, nuevamente hubo un desplante por parte del mandatario. No obstante, quienes sí hicieron presencia y aprovecharon la tarima para hacer proselitismo político fueron los congresistas Isabel Cristina Zuleta y Alejandro Toro, quienes no desperdiciaron el espacio para lanzar arengas y cobrar réditos por el programa.
Aunque reconoció que su trabajo frente al Ministerio “no es fácil”, Francia Márquez confesó que es la tarea “más hermosa que el presidente me pudo haber asignado: trabajar por la igualdad y la equidad de toda la juventud colombiana, sin distingo de sexo, raza, credo o color”.
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La vicepresidenta reclamó también que en el pasado “otros gobiernos confundieron la seguridad y el control con el exterminio, y entonces se inventaron la limpieza social para matar a su juventud, a su pueblo, a través de los llamados falsos positivos”. Por ello, ratificó que en el “Gobierno del cambio” no se asesinará a la juventud: “Este es el gobierno que va a trabajar de la mano de la juventud popular para que sus sueños y esperanzas las hagan realidad”.
“Saludo a la juventud rebelde”
En medio de su intervención, la vicepresidenta recordó que, de la mano del entonces candidato Gustavo Petro, recorrió los territorios promoviendo un “programa de cambio y transformación”, en el que los jóvenes de barrios populares, “los que se tomaron las calles en contra del gobierno anterior porque no aceptaba la injusticia”, reclamaban medidas para vivir en dignidad. En esa línea, ratificó que el Ejecutivo le está cumpliendo a la juventud.
“La juventud en este país, y sobre todo la juventud más vulnerable, no ha tenido oportunidades. Hay jóvenes que nunca han tenido una oportunidad y hoy podemos decir que Jóvenes en Paz es una gran oportunidad para acompañar a la juventud colombiana en sus proyectos de vida, el que decidan hacer, el que les dé la gana construir. Saludo a la juventud rebelde de este país que caminó junto a mí y el presidente para lograr este momento histórico de un cambio y transformación”, manifestó.
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Al insistir en que la paz en Colombia se construye de la mano de la juventud, Márquez dijo que fue mamá adolescente, por lo que conoce de primera mano “el temor y la preocupación de que el hijo no pueda salir a la calle porque corre riesgo y peligros, de que no tenga oportunidades, de que a tu hijo por ser pobre lo traten de criminal y malandro”.
De acuerdo con la vicepresidenta, una sociedad que le da la espalda a su juventud “va camino al fracaso”. En ese sentido, reveló que 2.6 millones de jóvenes no estudian ni trabajan, “no porque no quieran, sino porque esta sociedad y este Estado no ha cumplido. Solo 10.9 % de jóvenes llegan a la universidad y solo el 16 % tiene educación técnica”.
En materia de violencia, Márquez reclamó que el año pasado 6.581 jóvenes entre 14 y 16 años fueron asesinados, lo que implica que “127 jóvenes fueron asesinados cada semana por causa de la violencia (...) no puede ser una situación que el gobierno de a pie, el gobierno o de la gente de las manos callosas, no atienda”.
Por otro lado, instó a la juventud global “a impulsar cambios y transformaciones” ante el cambio climático, al tiempo que destacó cómo actividades como el deporte “han sido un escape a la violencia e inequidad”, permitiéndoles a los jóvenes “posibilidades de desarrollo”.
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