Salvatore Mancuso fue sacado de una prisión en Bogotá hace 16 años. Fue extraditado porque el Gobierno Uribe consideró que no estaba cumpliendo con los acuerdos de Justicia y Paz, que los paramilitares firmaron en 2006 para desmovilizar a las Autodefensas Unidas de Colombia.
Tras casi dos décadas de pena en una prisión de extrema seguridad, Mancuso regresa a Colombia como gestor de paz y bajo la promesa del Gobierno de una protección total. ¿Qué se puede esperar?
Mancuso tiene sobre sus espaldas decenas de miles de víctimas inocentes, aunque muchas veces aseguró que era el puente político del grupo armado, el encargado de buscar votos en las regiones, sin embargo la justicia ha demostrado con suficiencia su rol de comandante militar. Por ambos roles tiene decenas de condenas.
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Mancuso tiene alrededor de 130 crímenes en Colombia que todavía cuentan con expedientes vigentes, varios de ellos sobrepasan los límites del Derecho Internacional Humanitario por la crudeza de las desapariciones, asesinatos, y torturas a campesinos, trabajadores, mujeres y personajes públicos como profesores en universidades y hasta el abogado y humorista Jaime Garzón, cuyo crimen fue ordenado por Carlos Castaño, según revelaron las investigaciones posteriores.
Lo que Mancuso sabe
El exparamilitar aún no ha sido aceptado formalmente en la JEP -que no decide sobre paramilitares- pero ha intentado ingresar varias veces y, para ello, ha dado declaraciones sobre su conocimiento del conflicto con el fin de buscar una excepción en la intención de que sea aceptado como un tercero voluntario. Del origen de los paramilitares, Mancuso puede tener información veraz, que deberá acompañar con pruebas, pero también es cierto que sus afirmaciones han tenido un tono politizado que lo acerca al Gobierno del presidente Petro, en un momento en donde para la administración es prioridad la apuesta de la paz total.
Justamente por eso, Mancuso fue nombrado gestor de paz: para acercar al Gobierno con los grupos que heredaron las lógicas del crimen de los paramilitares, una vez estos se desarmaron.
Una de las preguntas importantes es cómo va a ser protegido. Mancuso tendrá seguridad a cargo del Gobierno, como lo confirmó el ministro de Defensa, Iván Velásquez (otro de los investigadores del paramilitarismo mientras era magistrado auxiliar de la Corte), quien también explicó que ya hay listos varios lugares listos para recluir al exparamilitarla, tras su llegada al país.
Mancuso tendrá que responder por sus delitos, por lo que inicialmente estará en prisión. Pero su defensa tiene pensada una estrategia para argumentar que fue indebidamente enviado a los Estados Unidos por el Gobierno en 2008 y que, en cualquier caso, su pena ya fue pagada porque el monto máximo era de 8 años en Justicia y Paz; Mancuso pagó 16 en Atlanta.
De hecho, Mancuso fue citado a una declaración hace solo unas semanas por la Fiscalía en el caso del expresidente Uribe, debido a las declaraciones de Juan Guillermo Monsalve, que asegura haber integrado un bloque de paramilitares en Antioquia, aunque este no estuvo registrado en las bases de datos de la desmovilización y no está probado que en efecto haya sido un paramilitar.
Se conoció que Mancuso salió de la cárcel en la que se encontraba en Georgia el domingo pasado en la noche. Quedó en manos de las autoridades estadounidenses de emigracion, hasta que se complete finalmente su extradición.
El expresidente Álvaro Uribe ha cuestionado en numerosas ocasiones las declaraciones de Mancuso a la JEP y señala que tiene un interés no genuino de declarar en su contra, a cambio de recibir beneficios.
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A su vez, el exparamilitar sostuvo conversaciones públicas con quienes, durante la etapa más violenta del conflicto, eran sus enemigos. En la Comisión de la verdad se conectó para discutir hechos de la guerra junto a Rodrigo Londoño, Timochenko, y allí hizo explícitas sus intenciones de colaborar al desarme de otros grupos ilegales. También pidió perdón a las víctimas; muchas de ellas han dicho que esperan detalles del paradero de sus seres queridos y relatos serios de verdad sobre el porqué de las aberraciones de los paramilitares, más allá de pedidos de perdón.
Por la llegada de Mancuso habrá muchas reacciones en el país político. El presidente aún no se ha referido al arribo del exjefe de las AUC, pero este diario conoció que la orden de protección es total. Y el Gobierno lo espera, a su vez, para que colabore con los esfuerzos de la paz, y para que cuente lo que sabe.
Mancuso contará con un enorme esquema
El exjefe de las Autodefensas tendrá en Colombia toda la protección necesaria del Estado. Así lo confirmaron fuentes que señalaron que no se trata solamente de seguridad en el lugar de reclusión al que llegará, sino que se espera que, en sus labores como gestor de paz, el expara pueda recuperar por algún periodo su libertad para hacer los acercamientos con grupos ilegales herederos del paramilitarismo. Esas acciones indudablemente requerirán movilización por varias regiones y para eso Mancuso tendrá importantes esquemas garantizados por el Gobierno para que su vida no corra riesgo en Colombia, tras años de ser protagonista del conflicto y dejar miles de víctimas.
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