El 11 de marzo de 2021, una situación problemática ocurrió en un juego virtual, entre un niño de grado sexto y algunos de sus compañeros del Colegio Helvetia. La situación derivó en ciberbullying y constantes ataques contra el menor que terminaron dando lugar a un trascendental pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre el matoneo escolar.
Según la tutela presentada ante la Corte, a partir de ese incidente, el niño experimentó cambios notorios en su estado emocional y conducta dentro del colegio, manifestando tristeza, llanto y pérdida de interés en sus estudios.
Estos actos de ciberbullying, además, desencadenaron problemas de depresión, trastornos alimenticios y anorexia nerviosa en el niño, llevándolo a abandonar la institución.
La Corte Constitucional, en la Sala cuarta de revisión, analizó la tutela contra la institución educativa Helvetia y concluyó que el colegio fue negligente y actuó de manera pasiva ante el caso de ciberbullying.
El magistrado Jorge Enrique Ibáñez fue el ponente que lideró el análisis. La Corte determinó que el colegio vulneró los derechos fundamentales del niño, incluyendo la vida, dignidad, integridad personal, salud y educación. También se resaltó la falta de un acompañamiento idóneo y la ausencia de activación de rutas de atención adecuadas para el menor.
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Pero, de acuerdo con lo dicho por la Corte, ¿cuáles son las acciones que deben adoptar las instituciones educativas frente a esta problemática, que se presenta en las instalaciones del colegio, pero también fuera de ellas?
Se requieren acciones urgentes en colegios de Colombia
Para Luz Karime Abadía, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Pontificia Universidad Javeriana, los datos de bullying en el país son alarmantes, las cifras sistemáticas para dimensionar completamente el problema son escasas. No obstante, los colegios deben tener cero tolerancia ante estas acciones, ya que afectan la integridad y salud física y emocional de muchos niños y adolescentes.
“Es muy importante que los colegios formen a sus profesores y tengan a disposición especialistas, psicólogos, por ejemplo, para que puedan dar un manejo adecuado e identificar casos de acoso escolar”, dijo Abadía.
Ella también agregó: “es importante poder formar a los estudiantes desde muy pequeños y abrir canales de comunicación para que puedan expresar sus sentimientos”.
Es en las instituciones educativas donde se forma a los futuros ciudadanos, por lo que abordar el bullying adecuadamente es esencial para construir una sociedad menos violenta.
“Muchos niños y niñas no saben qué es el bullying, cuáles son las acciones que constituyen el bullying. Sobre todo cuando uno está muy pequeño, eso genera mucha desmotivación, puede generar efectos psicológicos, incluso hay afectación física. Es muy importante educar a los niños, niñas y adolescentes y darles toda la información para que identifiquen los casos de bullying”, explicó Abadía.
Es esencial escuchar a los estudiantes y brindarles el apoyo adecuado en caso de enfrentar estas situaciones. Además, se deben realizar campañas de sensibilización para difundir información sobre el bullying, qué hacer ante diferentes situaciones y los mecanismos de mediación disponibles para prevenir futuros casos y evitar lamentables consecuencias, expuso Abadía.
Las acciones contra el bullying en los colegios son una necesidad
Desde la perspectiva de Carlos Charry, sociólogo y director del Doctorado y la Maestría en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, enfrentar el bullying requiere de herramientas y sensibilidad por parte de los colegios.
De esta manera, es fundamental un proceso pedagógico con docentes, trabajadores sociales y psicólogos para establecer protocolos de identificación y atención.
Es vital regularizar y difundir información clara sobre el tema para que los docentes puedan acogerse a ella y evitar que situaciones de bullying pasen desapercibidas.
Además del papel de los colegios, es esencial sensibilizar a los entornos familiares y a los propios estudiantes para que entiendan que el bullying no es un juego o una broma, sino una práctica que puede tener graves consecuencias psicológicas y físicas.
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“Debe haber un proceso de sensibilización para sacarle a la gente esa idea de que el bullying es algo jocoso, jovial, burlesco, que no tiene implicaciones o daños a nivel psicológico o incluso físico”, complementó Charry.
Estos protocolos también deben incluir la atención a casos de bullying en espacios virtuales, donde la denuncia y la identificación temprana juegan un rol crucial para evitar su propagación.
La creación de un protocolo de atención liderado por las Secretarías de Educación y el Ministerio de Educación, con la participación de especialistas en psicología y trabajo social, es esencial para abordar de manera efectiva los casos de bullying.
Por otro lado, la participación activa de padres de familia y asociaciones también es necesaria para detectar señales de bullying en los estudiantes y trabajar de manera conjunta con las instituciones educativas.
“Ante cualquier denuncia, se deben activar protocolos de atención. No podemos dejar de descuidar cualquier llamado de atención que hagan los menores de edad en los espacios educativos. Aparentemente, puede mostrarse como una situación menor, pero puede terminar siendo un caso de gran envergadura con grandes implicaciones tanto psicológicas, sociales e incluso de carácter jurídico”, concluyó Charry.
La Corte Constitucional llama a colegios a prevenir y atender el bullying
Ante el caso de Helvetia, la Corte ordenó al colegio pedir disculpas públicas y establecer una ruta eficiente para prevenir y abordar casos de bullying y ciberbullying en todas las instituciones educativas.
Se hizo un llamado a formar a los profesores y al personal educativo para identificar y abordar estas situaciones, y se resaltó la relevancia de generar acciones conjuntas entre colegios, Secretarías de Educación y el Ministerio de Educación.
Luisa Fernanda García, profesora de Derecho Constitucional de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, explicó que la Corte subrayó que el bullying, en cualquier modalidad, puede llevar a efectos nefastos en los niños, tanto física como psicológicamente. Por lo que se solicitó a los colegios tomar medidas preventivas y a estar alerta frente a situaciones que puedan generar acoso.
“Según la Corte, el deber de los colegios es proteger la salud mental de los niños, que los niños no estén en condiciones vulnerables y ahí extiende el concepto de vulnerabilidad propio del derecho internacional de los Derechos Humanos. Diciendo que la vulnerabilidad también es un niño que puede estar en un colegio donde sea objeto de burlas y en este caso de ciberbullying”, afirmó García.
Se enfatizó en la necesidad de crear protocolos de atención y recepción de denuncias, así como de realizar seguimiento a los casos reportados. Se planteó la importancia de capacitar a los docentes, directivos y estudiantes para abordar adecuadamente el bullying.
“Ya no puede haber más negligencia por parte de los colegios. La gran condena a este colegio es la negligencia al no atender esta situación. El niño ya había mostrado una serie de situaciones que no mostraban un comportamiento normal, un comportamiento acorde con su edad, como cuadros depresivos, trastornos alimenticios y eso degeneró la salud del niño”, resaltó García.
Se adviertió que la falta de atención y acción de los colegios puede llevar a situaciones insostenibles para las víctimas de bullying, generando consecuencias trágicas como el suicidio.
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