Más que un paro de los operadores del transporte terrestre la semana pasada en el país, con la inmovilización de sus vehículos para trancar la movilidad, lo que se impuso fue un bloqueo al que no le faltó intención política. El ajuste del precio del ACPM fue una mínima chispa.
Pero esta coyuntura debe servir para mucho más de la mera revisión del costo aplicado al combustible. Los trabajadores rasos del sector requieren de remuneración justa y de prestaciones que les garantice seguridad social, con pensión incluida. Los grandes propietarios deben reconocer ese derecho a fin de saldar una deuda de afectación social.
El acuerdo entre el gobierno y los transportadores tiene que articularse a la propuesta de acuerdo nacional planteada por el ministro Juan Fernando Cristo desde su vinculación al gabinete del presidente Gustavo Petro. Es una oportunidad de identificar soluciones a problemas que tienen peso negativo en el funcionamiento de la nación.
En ese acuerdo se debe insistir para despejarle a la nación su rumbo. Acuerdo para encontrarle salida a los desajustes que tanta perturbación generan. Para apoyar las gestiones de paz o levantar un frente común contra la corrupción. Para superar la desigualdad y la polarización que tantas fracturas introduce en las relaciones de las personas bajo la férula de intolerancia y de los prejuicios caprichosos.
El acuerdo en que está empeñado el ministro Cristo es una causa de alcance nacional y demanda la contribución de todos en forma activa. Esa participación fortalecerá las iniciativas que se presenten, poniendo por encima de las posturas negativas las dinámicas de los ciudadanos identificados con el compromiso de superar estrecheces.
El acuerdo nacional es una prioridad fundamental en la perspectiva de fortalecer todos los frentes de la nación y erradicar los factores negativos que obran en contra de posibilidades de mayor alcance.
En ese acuerdo que es bandera del gobierno del presidente Petro y que el ministro Cristo ha asumido como meta de su gestión deben tomarse en cuenta los desajustes estructurales del trasporte terrestre con el fin de ponerle fin al manejo desatinado del sector, el cual está sujeto al control de quienes han impuesto su poder basado en la capacidad económica.
Se requiere, claro está, que entiendan los beneficios de un acuerdo los que tienen el control de los conglomerados con poder. Hay que tener disposición para comprender la importancia de las salidas que requieren los problemas. También, ponerse del lado del entendimiento, sin dogmas que entraban el diálogo y generan confusión.
Colombia debe entrar en una nueva etapa de entendimiento democrático, con tolerancia, lo cual no significa anular las convicciones que se tengan sino debatir con el contrario en términos armónicos y aceptar lo que más convenga al interés general.
Puntada
El proyecto de la película Ángeles de la precisión, sobre los gimnastas de Cúcuta y a lo cual está dedicado Jairo Serna Rosales puede ser un valioso aporte a la ciudad, con trascendencia internacional. Merece el apoyo de todos, pues se trata de visibilizar una identidad común.
ciceronflorezm@gmail.com
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