A cinco meses de haberse decretado el cierre de la Frontera por parte del señor Maduro, los cucuteños hemos sobrevivido con el paradigma de que sin la dependencia del comercio con Venezuela esta parte de Colombia sufriría un desastre de incalculables consecuencias parecidas a un tsunami en zonas costeras. Si bien es cierto nuestro departamento sigue liderando las más altas tasas de desocupación hemos, a la brava, sobrellevado los inconvenientes que representa romper el cordón umbilical y la dependencia psicológica que por siempre hemos tenido con nuestro país vecino. Se cerró y se empezó a mover el aparato productivo colombiano seriamente afectado por la tendencia a comprar toda una serie de productos venezolanos. Que la inflación se trepó en esta zona de frontera también. Todo no es color de rosa, estamos llevando del bulto con los caprichos del presidente Maduro los habitantes del Norte de Santander como los del estado Táchira fronterizo. Con que se reabra la frontera nuevamente no es solución a nuestros múltiples problemas de vieja data. Se necesita una política de fronteras por parte del Gobierno Nacional que incentive la creación de empresas que genere empleo y nos de vida propia. Descuentos en el impuesto a la renta, un IVA diferencial favorable, alivio en los parafiscales, exoneración en el pago de aranceles en la importación de materias primas y maquinaria, suavizar el pago de energía eléctrica y acueducto, construcción y mantenimiento de vías entre otros sería un verdadero aporte en el desarrollo sostenible de esta región del país. Los solos beneficios municipales en predial e industria y comercio que los alcaldes proponen para las empresas que generen nuevos empleos no son atractivo para estas. El Gobernador saliente al final de su mandato se atrevió a solicitarle al señor Santos unas medidas especiales así como la prórroga de la exoneración del impuesto al valor agregado (IVA), con timidez pero se le abona al exgobernador que por lo menos al final se pronunció con la seguridad de que el presidente no podría tomar represalias de ninguna clase contra nuestro departamento. Eso sospecho les pasa a nuestros congresistas que temen los dejen por fuera de la mermelada si se atreven a liderar una cruzada para exigirle al gobierno medidas permanentes que propendan por el desarrollo de nuestra frontera. Por eso, como quijotesca es apreciada las acciones realizadas por Procolombia, entidad de orden nacional que promueve el comercio exterior del país, y la agencia de inversión Invest In Cúcuta, de la Cámara de Comercio de Cúcuta, que promocionan sin dientes la llegada de nuevas empresas a nuestra región. O se avispan señores congresistas de Norte de Santander en liderar acciones de beneficio general para su departamento o se arriesgan a que otros congresistas del resto del país lo hagan. El terreno está abonado, es mucho el descontento con la clase política y ustedes lo han propiciado.