Las expectativas del mundo tras el triunfo de Trump son cada vez mayores en diversos frentes. En el campo comercial llama la atención el principio de “América Primero” con la aplicación de aranceles particularmente a China y la Unión Europea.
En el caso de Venezuela, Estados Unidos importa diariamente280.000 barriles de petróleo del vecino país, lo que según los expertos llevará al presidente Trump a aumentar la producción de crudo. El país del Norte es el mayor consumidor de petróleo en el mundo y uno de los mayores productores.
En el campo nacional, la inquietud es, ¿Cuáles serían las consecuencias si los presidentes Trump y Petro no bajan el tono de sus declaraciones?
Y en esta dura prueba, la economía colombiana pasa por un mal momento, pues el peso es una de las monedas más devaluadas de América Latina, hasta el miércoles 6 de este mes la depreciación de la divisa nacional había llegado al 15% en el transcurso del año, de $3.822 por dólar en enero llegó a $4.430 a la fecha.
Las actuaciones del gobierno americano han incidido para la subida del dólar en toda la región, como el fortalecimiento global de dicha moneda del 3.2% en el último mes. Pero en Colombia se han unido otras problemáticas.
Según los analistas, la depreciación del peso no es ajena a la tendencia de las monedas emergentes que se han visto afectadas por la fortaleza del dólar en el último mes y que, aunque en su momento todo apuntaba a la calma con la posición más relajada del Banco Central estadounidense, esto no duró mucho tiempo.
El peso colombiano y el mejicano que habían sido las monedas más fortalecidas al principio de año, lideraron la depreciación reciente, en parte por la incertidumbre pre electoral en Estados Unidos, al igual que por la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México.
Corficolombiana señaló como un factor importante en la caída del valor de la divisa nacional la baja de los precios del petróleo, pues la cotización del Brent cayó de un promedio de 83 a 73 dólares el barril, lo que ha hecho que bajen las divisas por exportación del crudo.
Las expectativas del bajo crecimiento en China y el aumento de la producción de la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo) limitan las posibilidades de un repunte del petróleo, manteniendo la presión sobe el peso. También a nivel local hay otros factores que inciden en la caída del poder adquisitivo del peso, como el anuncio del recorte del presupuesto y los posibles riesgos fiscales.
El FMI prevé un crecimiento del 2.1% en la región. Rodrigo Valdés, instó a los países de América Latina a apurarse con las reformas de ajuste fiscal para evitar déficit fiscal, un bajo crecimiento de 2.5 para el año venidero. Alertó, además, sobre la desaceleración en la perspectiva de bajo rendimiento a corto plazo de las principales economías de América Latina, Brasil, Chile, Colombia, Méjico, Paraguay, Perú y Uruguay prevista en 2.4% para este año y en 2% para el entrante.
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